BURBUJA INMOBILIARIA. SIN TECHO. SEÑOR MONEDERO.
Publicado por Carmen Amigo, Posteado enOpinión
(Del Libro » Pájaros y Plumas. Soliloquios en tempero»)
Suma el paro.
Resta la ocupación en el ladrillo.
Multiplican generosamente los prestatarios sus inversiones. Dividiendo ciertamente al ciudadano.
¿Quién se sorprende en 2014 de la machacona frase “todo es culpa de la burbuja inmobiliaria” cuando diez años han pasado y se siguen construyendo viviendas que pasarán a engordar la enorme cifra de vivienda vacía?
La ciudad es goma de mascar a conveniencia de quienes la estiran sin conciencia urbanística. (Algo de culpa tendrán los Ayuntamientos concediendo licencias).
Ni el rojo. Ni el azul. Ni el verde ni el amarillo. El cielo del conocimiento brilla por su ausencia en la estela política; mas dada a intereses mercantiles.
Se llama Juan de profesión: Albañil- Yesaire.
Lo bautizaron en Utebo y le pusieron por nombre Vicente. Pintor de grandes y pequeños edificios hoy duerme en un desnudo banco. Y si tiene suerte come y si el día no le es aciago toma un café compartido. De equipaje: Lo puesto.
¿Nacionalidad? Español.
¿Burbuja?
Pompas de jabón con las que se distraen y distraen chupópteros.
¿Y Usted qué… Señor Monedero?
Cierto que en su cartelería no mienten del todo: Podemos.
Lo decían claramente: Podemos… Llegar a Europa.
Y al español… ¿Qué lo expriman?
Juan.
Vicente.
Y millones de españoles parados ven pasar su vida en un sin salida y le preguntan…
¿Y nosotros “podemos”?
¿Podemos conseguir un trabajo de salario mínimo para no tener que ser usuario de cartón y banco? El Señor Iglesias su compañero dice: Que él pide cobrar tres veces el salario interprofesional.
Lo que no explica en sus disertaciones es si solicita… Que quiten las ayudas de alquiler de las que hacen gozo señorías y las muchas prebendas que tienen atribuidas.
El cambio en España es solo cosa del Tiempo. Vientos y lluvias preconizadas.
Políticos.
Una vez instalados miran a través de los cristales. Ventanal cálido de su oficina por donde la lluvia en exterior resbala y copian.
Carmen Amigó y Pérez-Mongay