Ayuntamientos: Integridad y empleo
Publicado por galdo-fonte, Posteado enOpinión
Para que los ayuntamientos dejen de ser un referente más en el contexto de la generalizada corrupción que domina el país y pasen a cumplir una función efectiva como administraciones transparentes y próximas a la ciudadanía, es necesario dar un vuelco radical a la situación, afrontando un cambio real que mude de raíz el actual formato de política municipal, sustituyendo la anacrónica representación de unos cargos institucionales mas preocupados por su promoción personal, que por hacerse receptores de las demandas sociales y dar solución a los problemas de una vecindad sumida en una precariedad galopante
Ni con la nariz tapada, los electores deben facilitar con su voto que la gobernabilidad de las entidades locales sea ostentada por los cómplices de la casta bipartidista; por los colegas políticos de quienes tras treinta y cinco años de sucesión en el poder, mantienen en su haber el record de los más elevados índices de paro en Europa y los más bajos en renta per cápita, además del liderazgo en corrupción y en el desfalco de las arcas públicas.
Justificación suficiente para canalizar la indignación causada en favor de partidos alternativos, que en substitución, además de afianzar el cumplimiento de las reglas democráticas garanticen la limpieza y transparencia que debe presidir la actividad política, ejerciendo nuestro derecho al sufragio a través de un voto realmente útil, que al mismo tiempo de acabar con el bipartidismo, induzca un cambio de rumbo sensato en la gobernabilidad municipal para los próximos cuatro años, y así, poder afrontar un cambio de rumbo en positivo, erradicando los malos hábitos que aquejan a la esfera local, para mejorar los niveles de gestión con la finalidad de crear las condiciones apropiadas para superar el actual estado de hipertrofia institucional.
De ahí que las próximas elecciones municipales del 24 de mayo, mas que una reafirmación de los postulados de los partidos políticos mayoritarios, haya de ser el punto final a las prácticas de parches dirigidos a aplacar con cambios cosméticos las crecientes demandas de los ciudadanos, pues será imposible superar la actual crisis económica sin antes haber superado también la crisis institucional, y tal solución, exige explícitamente la caída del bipartidismo, toda vez que su continuidad, además de acentuar el estado de incertidumbre, prolongaría la crisis sistémica, económica, institucional y social.
Oportunidad democrática que viene a recordarnos que nadie podrá ayudarnos a regenerar nuestras instituciones, si no lo hacemos nosotros mismos
El tiempo electoral es la oportunidad que nos brinda el sistema a los ciudadanos para que podamos subsanar los vicios más oscuros de nuestra historia reciente, para así, corregir los excesos del poder político, apoyando electoralmente alternativas de recambio, a partidos de nuevo cuño dispuestos a profundizar en la revisión de la funcionalidad de nuestras instituciones locales, para así, poder retomar la senda de la modernidad, y abandonar definitivamente los fantasmas del caciquismo, el nepotismo y la corrupción, que han caracterizado tres largas décadas de degradación creciente para desgracia de nuestra historia municipal.
Una oportunidad democrática que viene a recordarnos que nadie podrá ayudarnos a regenerar nuestras instituciones, si no lo hacemos nosotros mismos.
Al margen de las competencias formales establecidas por la Ley de Bases de Régimen Local, una de las competencias naturales ligadas a los ayuntamientos es la cercanía a los ciudadanos por la obligada finalidad de estrechar el vínculo entre la administración y los administrados, pues a pesar de ello, las medidas de adelgazamiento y de restructuración legislativa alteraron de forma radical el anterior marco competencial disminuyendo su capacidad operativa, y así, a pesar de su cercanía al ciudadano, de ser la Administración que mejor conoce las necesidades de su población y la mas adecuada para proveer de servicios que repercuten directamente sobre ella. los ayuntamientos fueron relegados en competencias con el objetivo de reducir el déficit público, y suprimir al unísono todo principios de cohesión social.
Limitaciones que las corporaciones resultantes del proceso electoral han de sobrepasar cuando se trate de luchar contra el desempleo, pues ante el problema del paro, todo ayuntamientoal margen de cortapisas legales que imponga el Ejecutivo de turno, deben tomar cartas en el asunto y comprometerse decididamente en la creación de condiciones que permitan crear empleo en su propio entorno, al ser muchas las familias y residentes afectados, que por la precariedad de su situación, están obligando que sus respectivas administraciones locales se conviertan en promotoras de la actividad económica, para de esta manera, facilitar la generación de las condiciones apropiadas para el relanzamiento .
Siendo por ello que en correspondencia hemos de otorgar nuestro refrendo electoral a quienes, decidiesen ponerse en forma y recuperar músculo que poner al servicio del ayuntamiento y sus vecinos