El nuevo presidente debe ser un ser humano creyente en Dios, integro, con valores éticos y morales que le sirvan como pilar importante para dirigir una nación. Además de contar con un sin número de valores familiares forjados por sus padres, sus abuelos, su entorno familiar y sus maestros.
Que a lo largo de su vida tanto familiar, personal, estudiantil y profesional haya recorrido un camino formativo y constructivo, que no se ciegue por sus propios ideales. Un recorrido en el camino del bien.
Que se caracterice por ser:
Un ciudadano luchador y libertador del yugo opresor.
Un comunicador que con certeza logra descifrar las fortalezas y debilidades de su país.
Un Pensador cuyo dogma sea el conocimiento y la inteligencia donde el mundo contemple la belleza y su admiración.
Un Ingeniero constructor de las necesidades emergentes de una nación
Un Maestro que imparta las nuevas ideas pedagógicas en las aulas de clase y que defienda los derechos de la educación
Un Doctor que diagnostique la enfermedad y encuentre su cura
Un Agricultor que produzca la tierra
Un Estadista que dirija el país de manera responsable
Un Transportista que conduzca con responsabilidad nuestra sociedad.
Un Artesano que con sus manos construya nuestro Ecuador.
Un Poeta con sus letras sean versos de grandes poesías.
Un Periodista cuya esencia sea: objetivo e imparcial. Ante el centelleo de publicaciones.
Un militar que en el fragor de la batalla se levante y salga airoso.
Que, al ser elegido, escuche la voz del pueblo que clama: un cambio, una esperanza, un mañana para construir un país lleno de oportunidades y que represente con orgullo a:
Cada ciudadano de Nuestro querido Ecuador, cuna de grandes escritores como Don José Joaquín de Olmedo cuya poesía Canto de Junín proclamó a Bolívar arbitro de la paz y la guerra. Con sus letras enmudecen a los soberbios y tiranos, que con su ambición fenecen en los campos de batalla.
Nuestra Bandera, como manifiesta el Poeta Guayaquileño Numa Pompilio Lloma luce “esplendida y galana” flamea orgullosa en nuestro territorio ecuatoriano.
Nuestro Escudo que es el emblema nacional que representa los movimientos independentistas y la belleza económica de nuestro país.
Que, al caminar por el Palacio de Carondelet, para el futuro presidente, le pido a Dios. Que le muestre el camino. Para que pueda dirigir desde La Silla Presidencial con: fe, esperanza, sabiduría, tolerancia, fortaleza, tesón y pasión las riendas de nuestra nación.
Guayaquil