En “eldiario.es” se ha realizado un estudio sobre los países en los que peor vive la mujer y dada la importancia he entresacado algunos datos para exponerlos, añadiendo algún otro detalle o relato significativo.
Según estadísticas oficiales:
- Cada media hora una mujer es violada en India.
Y estas cifras no incluyen los abusos sexuales que se dan dentro del matrimonio, porque no son considerados delito.
Los casos que están tipificados como crímenes muchas veces ni siquiera se investigan.
Esto se detectó cuando los habitantes del distrito de Badaun, ubicado en el estado de Uttar Pradesh, encontraron ahorcadas a dos primas adolescentes que habían desaparecido la noche anterior.
Según contó una de sus madres, iban en busca de un lugar suficientemente apartado como para pasar desapercibidas mientras defecaban, ya que no tenían acceso a un retrete.
El informe preliminar que publicó la prensa local señaló que las dos chicas fueron interceptadas por un grupo de cinco hombres que las violaron repetidamente y que luego, según añadió el examen forense, las colgaron de un árbol de mango hasta provocar su muerte.
Sin embargo, la polémica conclusión oficial final determinó que se habían suicidado:
- En muchos casos, la Policía acepta sobornos de los delincuentes para no investigar el caso o para llegar a conclusiones erróneas que los exculpen.
- Y hay ocasiones en las que son los propios agentes quienes ejercen la violencia contra la mujer, sea o no de índole sexual.
El último caso se dio en el mismo estado de Uttar Pradesh, donde una mujer murió, presuntamente, a causa de las quemaduras que le provocaron varios policías que le prendieron fuego cuando ella se negó a pagarles un soborno. Y esto no es la primera vez que sucede:
- Así, el estigma y la desprotección policial y judicial que acecha a las víctimas hacen que muchas ni siquiera denuncien su caso.
La lacra de los abusos sexuales no sabe de edad y tampoco es exclusiva de las zonas rurales. Un estudio reveló en 2011 numerosos casos de niñas de menos de 10 años que fueron violadas mientras buscaban un váter público en las barriadas de la capital, Nueva Delhi.
El informe transcribió entrevistas con algunas de sus madres que contaron cómo tenían que enfrentarse a sus atacantes y exponerse a una violencia que puede resultar mortal.
Esto se demostró con el caso que más ha conmocionado al país, el de Jyoti Singh:
- Esta joven estudiante de medicina se subió a un autobús en Delhi la noche del 16 de diciembre de 2012 para regresar a casa con un amigo después de haber visto una película en el cine. Los ocupantes del vehículo privado, amigos que habían estado bebiendo, decidieron entonces golpear a su acompañante varón y violarla.
No sólo abusaron sexualmente de ella, también le introdujeron una barra de acero por el ano hasta que sus intestinos quedaron al aire. Los tiraron a una cuneta y Jyoti murió tras dos eternas semanas de agonía en un hospital de Singapur.
A pesar de las manifestaciones de rabia que se extendieron por el país, y de la condena a muerte de los acusados mayores de edad, el problema persiste.
Y explica Doreen Reddy, directora del programa de Mujer de la Fundación Vicente Ferrer (FVF) en la ciudad de Anantapur:
- «No obstante, se evidencia un cambio social derivado de esta terrible historia en el hecho de que cada vez hay más casos que se denuncian».
- «Pero hace falta un cambio de mentalidad mucho más profundo en sectores de la sociedad, como la Policía, que son parte intrínseca del patriarcado indio y de este gran problema, ellos ponen reglas a las mujeres pero no a los hombres, y luego las culpan a ellas de los crímenes que sufren».
A fin de cuentas allí, desgraciadamente, la mujer es poco más que una mercancía. Y lo confirma el hecho de que la dote tenga tanta importancia. Nos explica de nuevo Reddy:
- «Es un gran problema, pero, afortunadamente, entre las mujeres con mayor formación está desapareciendo. De hecho, hay algunas que se niegan a contraer matrimonio si existe la exigencia de la dote. Se da sobre todo en las ciudades, que van muy por delante en lo relativo a los derechos de la mujer, pero confiamos en que se vaya trasladando también al campo».
En cualquier caso, lo más importante es lograr que las mujeres sean económicamente independientes. Porque eso les permitirá tomar sus propias decisiones sin tener que depender de una familia que quizás las mantenga deliberadamente malnutridas y sin formación.
Es un objetivo todavía muy lejano, porque ellas suponen sólo un tercio de la población económicamente activa, y ese porcentaje incluso cayó en los últimos años.
Una encuesta realizada hace tres años entre 370 especialistas en temas de género apuntó que India es el peor país del G-20 para ser mujer.
Las estadísticas dejan claro el porqué:
- 56.000 Mujeres mueren al año dando a luz.
- Muchas son apartadas de la escuela. Tasa de alfabetización 55%, frente al 77% de los hombres.
- De media ganan un 62% del salario del hombre, y un 57% de los adolescentes.
- Consideran aceptable pegar a la mujer, un hecho que además ha aumentado.
En gran medida, todos estos males tienen su origen en otro dato escalofriante:
- En torno al 45% de las niñas contraen matrimonio antes de los 18 años.
La gravedad tremenda de estos hechos que se relatan nos indica claramente la dificultad para que la mujer pueda vivir en este país y en otros muchos parecidos.
También por otro lado nos indica la maldad execrable del ser humano. Una maldad que rompe todo principio de dignidad.
El ser humano en estas circunstancias es tratado como escoria, como basura llegando a límites insostenibles.
Y todo esto es más grave aun cuando está realizado, en muchos casos, por personas que tienen que ejercer la autoridad y que representan en cierta manera los valores de la sociedad.
¿Cuándo nos enteraremos…?:
- ¿Cuándo nos enteraremos de la importancia que tiene la vida en toda su amplitud y para todos?
- ¿Cuándo nos enteraremos de nuestra propia dignidad?
- ¿Cuándo nos enteraremos que es precisamente desde el amor de dónde surge la felicidad? Y que la discordia y la crueldad de los violentos trae consigo siempre penurias, desazón, desaliento, tristeza y muerte.