Sor Clara Moya, ex Madre Abadesa del Convento de Santa Cruz de Córdoba, ha fallecido sola, en una residencia de ancianos desamparados.

“Isaías 41:10 No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia”

¡Descanse en paz!

Paz que en la tierra le negaron los mercaderes del Templo cordobés de Cajasur, que hipotecaron el Convento e intentaron desahuciar a las Monjas.

Los mismos que se apropiaron de valiosas obras de arte del Convento y otras tropelías más sangrantes.

Y como ella defendía a capa y espada su Convento y sus Monjas, la Jerarquía Eclesiástica la puso en la calle con lo puesto y la condenó al ostracismo.

“Mateo 21:12-13 Entró Jesús en el Templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían las palomas. Y les dijo: Escrito está: Mi casa será llamada casa de ora­ción, pero vosotros la estáis haciendo cueva de ladrones”.

Rafael Bueno.

Córdoba.

El régimen nicaragüense de Daniel Ortega, está persiguiendo y castigando a la Iglesia Católica.

Mi más enérgica repulsa a esta persecución, como a cualquier otra.

Estoy tan en contra de los integrismos religiosos, como de cualquier otro.

¡Respeto y Libertad!

Cada uno en su casa y Dios en la suya.

Pero le recuerdo a la Iglesia, que fue ella la que apoyó el movimiento contra Somoza que aupó al poder a Daniel Ortega.

¿No se acuerdan ustedes del Sacerdote Ernesto Cardenal, revolucionario sandinista y ministro de cultura?

Es lo que pasa cuando se apuesta al mismo tiempo por Dios y por el Diablo, como viene haciendo la Iglesia desde siempre y con todos.

Como en España, que estuvo con Franco y contra Franco; y ahora, con el poder y con la oposición.

¡Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios!

Rafael Bueno.

Córdoba.

VOX ha exigido la expulsión del líder salafista Mohamed Said Badaoui, según ellos, “para garantizar la seguridad nacional española, ya que este musulmán se dedica a la islamización de la sociedad y de la administración pública, atentando contra la libertad de miles de jóvenes”.

¡Pues me parece muy bien!

Pero no entiendo cómo Vox no le aplica esa misma medida, exactamente la misma, a su amiga y socia la Iglesia Católica, promotora de los separatismos catalán y vasco (ETA) que han quebrado la seguridad nacional y ya veremos si por ello no acabamos en un enfrentamiento civil.

En cuanto a la injerencia de la Iglesia en la vida pública y en la sociedad española, las inmatriculaciones y sobre atentar contra la libertad de miles de jóvenes; no creo que la Iglesia tenga nada que envidiarles a los musulmanes.

Por no hablar hoy de pederastia.

Como tampoco entiendo que muchos franquistas de Vox sigan perteneciendo y defendiendo, a la Iglesia que permitió la profanación de la tumba de su “Caudillo de España por la Gracia de Dios”.

Si alguien de Vox quiere aclarármelo, le quedaré eternamente agradecido.

¡Algunos ven la paja en el ojo ajeno, y no ven la viga en el suyo!

Rafael Bueno.

Córdoba.

El FBI registra la mansión del ex presidente de los EEUU Donald Trump en Florida, en busca de pruebas de un posible delito, al llevarse documentos entre los que podría haber papeles secretos y otros, referentes al asalto del Capitolio.

¡Olé!

He aquí la muestra de la imprescindible separación de poderes, que hace posible la democracia.

Así se funciona y se actúa, en una Democracia.

En España esto es impensable e imposible y por ello la casta política está al margen y por encima de todo y de todos.

En las democracias son los políticos los que temen a los ciudadanos y no al contrario, como ocurre en las dictaduras de partidos como la española.

¿Cambiamos el sistema en España?

O seguimos así hasta que todo reviente.

Una reflexión, por favor.

Rafael Bueno.

Córdoba.

He recibido amenazas por una carta que escribí sobre el Opus, en la que diferenciaba entre los miembros de Fe que yo respeto aunque no comparta, y los grandes sepulcros blanqueados y arribistas, que están ahí sólo para “intentar” aparentar pertenecer a una clase social a la que nunca han pertenecido, ni pertenecen, ni pertenecerán nunca jamás.

Y estos últimos, a los que les importan un pimiento el Opus, la Iglesia y Dios; son los peligrosos, porque por aparentar, son capaces de ma-tar.

En este caso no es la furia del converso, sino la del hipócrita y fariseo.

¡Dime de qué presumes, y yo te diré de qué careces!

¿Me he explicado?

Rafael Bueno.

Córdoba.

Así he definido yo siempre al Opus porque evidentemente no fue una obra de Dios, sino del muy particular Cura Escrivá de Balaguer que compró para él el título de Marqués de Peralta y que fue elevado a la categoría de Santo por el menos Santo aún Juan Pablo II.

¡Los milagros del dinero!

Secta donde las haya y donde por supuesto hay buena gente con Fe que yo respeto, pero donde también hay otros que el Papa Francisco definió así: “””En la comunidad cristiana hay muchos arribistas, gentes que no tienen fe, ladrones y bandidos que usan la religión como un negocio. Para ellos, como los fariseos, la religión es un negocio. Advierto que para entrar en el Reino de Dios, la única puerta es Jesús”””.

La película “Camino” describe muy bien al Opus Dei.

Ahora el Papa les ha recortado privilegios, les ha indicado el camino del Vaticano II y por fin, van a tener que poner los pies en el suelo.

Mejor tarde que nunca.  

Rafael Bueno.

Córdoba.

Más de lo mismo, una vez más.

Mientras que en el resto de España el paro baja, en Córdoba sube.

Claro, como Córdoba gira en una órbita contraria a la del resto del mundo, pues he aquí una de las consecuencias, porque hay más y peor.

Para que algo o alguien progresen adecuadamente, hay que comenzar reconociendo los defectos propios, para así poder rectificarlos.

Si no, no hay cambio alguno.

Pero el “senequismo” cordobés se impone, con su lema de “antes muertos, que cambiar”

Para no hablar aquí y ahora, de la suicida envidia cordobesa.

Sin generalizar, por supuesto.

Reflexionemos.

1) ¿Quién tiene la culpa de la actual ruina cordobesa? Pues el saqueo del monopolio de la Cajasur eclesiástica.

2) ¿Quiénes estaban en esa Cajasur? Pues la “Santa” Iglesia en primer lugar e inmediatamente detrás todos los partidos políticos, los sindicatos, casi todos los empleados y en definitiva, casi toda Córdoba. Es decir, que entre todos la mataron y ella sola se murió.

3) ¿Nadie hizo nada para evitar esa ruina? Muy pocos, y fueron perseguidos por todos.

4) ¿Podría decirse aunque repito, sin generalizar, que el peor enemigo de un cordobés, puede ser el cordobés que tiene al lado? Pues muy posiblemente.

Y así nada ni nadie, puede avanzar.

Porque el progreso exige el esfuerzo de todos por igual en horizontal y anteponiendo siempre el interés público, al particular.

Qué lejos estamos de todo eso ¿verdad?

Pues nada, cero al cociente y se baja la cifra siguiente.

Rafael Bueno.

Córdoba.

El caso de los ERES por el que el Supremo confirma ahora la acusación sobre los principales cabecillas, fue la muestra del régimen psoe+iu que hemos tenido en Andalucía.

“Socialistas obreros” que repartieron el dinero del pueblo entre compadres y amiguetes, al más puro estilo cortijero-caciquil, presumiendo públicamente de hacerlo así, porque les salía de ahí, y punto.

Otros directamente, se lo gastaron en prostíbulos de lujo y en cocaína.

“Sindicalistas” cuyas madres les dijeron a los policías cuando fueron a registrar su casa, que su hijo tenía dinero para asar una vaca.

Y un largo etcétera.

He aquí la muestra de los que decían ser más demócratas, progresistas, y más de izquierdas que nadie; asustando al mismo tiempo a los andaluces con esa consigna tantas veces repetida de “cuidado, que viene la derecha”.

Pues así, casi 40 años

¿Acaso no es mucho peor una derecha disfrazada de izquierdas, como la de ellos?

A Andalucía la hizo de izquierdas, el genocidio de Queipo de Llano; y esta falsa izquierda, con su imperdonable traición, la ha puesto ahora a la derecha, con mayoría absoluta.

Y ante tanta corrupción sistémica y sistemática, una isla de coherencia y honradez personal y profesional protagonizada por la Jueza Alaya, que sufrió y soportó todo tipo de presiones mafiosas.

Porque cuando en un País se persiguen a las personas y profesionales honrados, eso quiere decir que el poder, es pura y dura mafia.

Rafael Bueno.

Córdoba

Esas son las 2 clases sociales habidas y por haber, en cualquier sistema político no democrático.

Lo fue en la España de Franco y en la de este régimen de partidos, en la Rusia de los Zares y en la Bolchevique, en la del Sha de Persia y en el Irán de Jomeini, en la Cuba de Batista y en la de Castro, etc.

La Iglesia como es tan lista, siempre está al mismo tiempo arriba y abajo, y por eso dura y dura.

Encima los de abajo, que padecen el peso de Leyes opresoras y que no tienen cubiertas sus necesidades más básicas, son los que les pagan las putas y la cocaína a los de arriba, que gozan de unos indecentes privilegios y que están por encima del bien y del mal.

Lo malo es que cuando los de abajo se van irremediablemente por el sumidero de la miseria, se agarran a los de arriba y todos y todo se va a la mierda, como ya pasó aquí hace ahora 86 años.

¿Vamos a repetir la historia?

Pues me parece a mí que sí.

Y a los arriba que no quieren ver la realidad, simplemente recordarles que en el 36 algunos como ellos se enteraron de cómo estaba la situación, cuando fueron a su casa a buscarlos.

“Machado: Ya hay un español que quiere vivir y a vivir empieza, entre una España que muere y otra España que bosteza. Españolito que vienes al mundo te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón”

Rafael Bueno.

Córdoba.

Resulta curioso que la casta política que saqueó impunemente las cajas de ahorros (450.000 millones de euros) junto con la estafa piramidal de la burbuja inmobiliaria que arruinó España para varias generaciones, sea la que le pida ahora a la Banca, que arrime el hombro en la quiebra de España.

¡Muy fuerte!

Y no voy a ser yo el que se ponga a defender a la Banca, pero hombre, un poco de cordura, que tenemos memoria.

Los banqueros eran los malos de la película, hasta que llegaron los que decían ser del pueblo por el pueblo y para el pueblo, y los hicieron buenos buenísimos.

¡Quién lo iba a decir!

Pero la realidad es la que es.

Rafael Bueno.

Córdoba.