Nací y vivo en Cataluña, mis raíces son andaluzas. Hace años me gustaba decir aquello de “Soy de Barcelona”, “Soy Catalán” Me sentía orgulloso de la “senyera” de poder participar en la divulgación de una lengua co-oficial en mi comunidad autónoma, de tener una Televisión pública catalana que me representaba, a mi y a los míos, que valoraba mis orígenes y comprendían que “ellos” sin nosotros los”Charnegos” no serían lo que son… convivíamos en paz.

Pero todo eso ha cambiado, ya no soy feliz aquí, estoy prisionero en mi tierra, en la tierra que me vio nacer y que seguramente no me verá morir. YO sí que tengo miedo, miedo a que me destrocen el coche por decir que no soy independentista, miedo a perder mi trabajo (me ocurrió y por ese motivo hace seis meses) si lo digo, miedo a que la mitad de la sociedad me rechace, me insulte, miedo a que adoctrinen a mi hija en el pensamiento UNICO secesionista que se imparte en los colegios desde la más tierna infancia.

Dicen que son pacíficos, que no practican violencia alguna, que no han roto ni una papelera!!… coaccionar, adoctrinar, insultar, señalar… eso no es violencia? Psicológica lo es.

El otro día vi a mi madre de 86 años llorando, viendo un programa informativo de su cadena y al ser preguntada  me dijo, -“lloro porque a mi edad no quiero morirme en una tierra que no me quiere, que rechaza mi país, que se avergüenza de las raíces de la mitad de sus habitantes, lloro porque ya viví cuando nací una guerra civil con armas de fuego y ahora me toca vivir cuando seguramente moriré, otra guerra civil, esta vez con otro tipo de armas.

No sé si esto llegará a oídos de nadie o simplemente será un grito silencioso como los cientos, miles, millones de gritos silenciosos de una mitad de catalanes que NO queremos separarnos de España y que no somos escuchados por nadie.

Gracias por su atención