Cartas al Director

Tu voz en la Red

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sábado

7

febrero 2015

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Crisis y culpables

Publicado por , Posteado enOpinión

Tanto el PP como el PSOE, al subordinar vía Constitución la financiación de la deuda al juego especulativo de los mercados financieros, cerraron todo acceso al crecimiento, y conduciéndonos a la austeridad como remedio, nos sumieron en la crisis a perpetuidad.

En todo problema es inverosímil  sortear  sus efectos sin erradicar sus causas, objetivo totalmente imposible de lograr  sin obtener conocimiento exhaustivo   del  factor  generador de su origen, pues sin la  premisa de tener  despejada esa incógnita, todo planteamiento de solución será  además  de una pérdida de tiempo un ejercicio de negación; siendo justamente esa, la dinámica que marca el proceder de quienes políticamente haciendo de  custodios del poder   siguen promoviendo remedios inútiles  como solución  a la descomunal crisis económica, sin entrar a profundizar en sus  raíces ni diagnosticar la genética de su paternidad.

Pero a pesar  de la actitud de escolta  que presta esa  mayoría  política para con los artífices   de la actual adversidad y su empeño  por  escabullir toda referencia  progenitora de la crisis, como si la misma no tuviera culpables y emergiese por generación espontánea, aún cuando,tras el velado  anonimato existe concreción identitaria, pues los directos responsables de la situación por mas amparo político que alberguen tienen nombre y apellidos, cuya plasmación  se corresponde a la de  quienes mueven en primer término   los hilos de la economía  con el beneplácito y servilismo de los gobiernos del bipartidismo; que no son otros, que los mismos que tras una  inmerecida reputación han fabricado una  crisis de diseño, cuya virulencia repercutida en la  ciudadanía les reporta ventajosos intereses  como resultado de las medidas de austeridad impuestas.

En todo caso, que no haya duda alguna  a la hora de adjudicar culpabilidad de la situación,    pues si evidente es la implicación del tándem conformado por los agentes del poder económico   y sus satélites políticos, no es menos cierta  la incorrección de  un electorado que por negligencia crédula, incurre de forma iterada  en otorgar  confianza en las urnas a unas formaciones políticas adictas a la malversación del rédito electoral con fines distintos  a la motivación de su otorgamiento, y que a pesar de su carácter reiterado, esa mayoría electoral, insisten en la cotidianeidad  de reafirmar a los fraudulentos en todos los  comicios  en vez de proceder en consecuencia aplicando  la réplica  correctiva del  voto de castigo.

Siendo ese refrendo electivo hacia  una clase política que en papel de doble juego, llegada la hora de la verdad, preferencia   lealtad a ultranzas a las altas finanzas en detrimento de los intereses de  la ciudadanía,   facilitando con ello    que los mercados financieros a pesar  de nunca presentar candidatura, ni resultar elegidos, indirectamente,   sean quien en la práctica se hacen con el triunfo electoral,   para así, como receptores de tal condición  proceder en consecuencia,   y pasando hoja  a su negro  capítulo  como  responsables de la crisis, usurpando la voluntad  popular por dejación política tomar el papel protagonista de la economía, al solo objeto de sacar  provecho de la misma,   dando  continuidad con ello a  su  dinámica  especulativa,  y esta vez,   con el apoyo de las más altas esferas del Estado y al margen de toda regla democrática  imponer su jerarquía en los pasillos del poder.

El partido del Gobierno persistiendo en su astucia, lanza un camaleónico mensaje con la única finalidad de difundir una apariencia institucional asociada a la regeneración democrática

Aún cuando lo expresado es  la foto fija de una democracia devaluada y a su vez  la plasmación de nuestra realidad política, el partido del Gobierno persistiendo en su astucia  de adulterar la realidad, lanza ahora a través de la mass media un camaleónico mensaje con la única  finalidad de difundir una apariencia institucional asociada a la regeneración democrática, en un estúpido intento de curar la enfermedad terminal  que padece el sistema, utilizando por todo remedio   un maquillaje de simulación; cuando toda iniciativa orientada a lograr la regeneración democrática de la vida pública del país, pasa forzosamente   por llevar a término una reforma global de la acción política dando mayor cabida a la sociedad civil y a las opiniones concretas de la ciudadanía, y sobre todo, poniendo en práctica una agenda de radicalismo democrático con la finalidad puesta  en rescatar el poder perdido tomando control político de la economía.

Por eso, mientras estas exigencias   no tomen razón de certidumbre,   mas que sentir la influencia  de la tan publicitada  regeneración democrática, percibiremos,   la continuidad  de la cada vez mas arraigada estrategia de la distracción; esa práctica  habitual consistente en desviar la atención de la ciudadanía de los problemas importantes mediante técnicas de despiste y adulteración, que impidan   a los electores tomar razón de la realidad, para así suprimiendo su capacidad analítica  mediante un  corto circuito en su racionalidad,   suprimirle  todo sentido critico para poder mantener cautiva su voluntad y seguir utilizándola como un maleable electoral.

De ahí que aún siendo múltiples los promotores responsables de la crisis, la directa culpabilidad haya  de adjudicársele  exclusivamente a quienes ostentando políticamente el poder Ejecutivo, en vez atajar el estraperlo de los mercados financieros, les dan alas para proseguir en su hostilidad especulativa



viernes

30

enero 2015

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Empleo: Ni está ni se le aguarda

Publicado por , Posteado enOpinión

Por mas alardes que proclame Rajoy, lo cierto es que estamos más cerca de una nueva depresión que de la tan pregonada recuperación, siendo reflejo de tal aserto, el fracaso de su política laboral a juzgar por la nula creación de empleo.

Como principal  preocupación  ciudadana, que la es, el objetivo  de crear empleo y reducir el paro, en apariencia,   se ha convertido  en  el discurso  electoral  por antonomasia, aún cuando,   los distintos ensayos  políticos llevados a término en la  última década  para poner freno  a esta lacra  social   hayan  resultado un estrepitoso  fracaso, y ello, en razón al común denominador de una contraproducente desregulación del  marco de  relaciones laborales, que en si misma generalizó la precariedad,   tanto a efectos de empleo como a nivel  salarial.

Adversos aspectos  que   mas que dinamizar y estabilizar la situación,   no solo la dificultaron sino que derivaron en  lo «efímero laboral», hasta el extremo que la degradación de las condiciones laborales generalizó  el subempleo  como norma  de contratación, eventualidad  que añadida al escaso peso  de la  oferta, además  de no satisfacer  en modo alguno   la progresiva demanda,  hicieron que  sus secuelas influyeran  de forma perversa  sobre el crecimiento  y acentuaran  con ello  la  contracción  económica, que resulta ser  el peor de los aliados;  pues para crear  empleo es condición «sine que  non» que exista crecimiento económico, porque sin garantizar esta premisa, ningún mercado de trabajo  por flexible que establezca  su  regulación  será capaz de lograr este cometido.

Pero  quienes como el PP rinden culto al  credo  neoliberal, lejos de apostar por la solidez de un crecimiento robusto y sostenible como soporte de una economía consistente y competitiva,   en su porfiado empacho de austeridad, plegándose  al dictado de los mercados, optan por el establecimiento de  empleos de peor calidad, intentando al efecto  colarnos  como adecuadas el despropósito de sus políticas en curso, aún siendo una quimera que a través de la elasticidad inducida por el empeoramiento de las condiciones laborales y salariales se pueda lograr  estabilidad en el mercado de trabajo, pues  lo cierto es que con el actual formato económico de aplicación, por su inconsistencia  y esclavizada dependencia,  en repercusión, mas que propiciar el aumento de los índices de empleo vienen  a intensificar  el hundimiento del mercado laboral.

Por eso las cifras nos sitúan  a la  cabeza de Europa en niveles de  precariedad,   tal es así, que aún con mayor  prestación salarial y garantizando  mayor  cobertura  de empleo,   los países punteros de  nuestro entorno  próximo son mas competitivos, y no porque su clase trabajadora sea mas laboriosa, sino  por haber  seguido políticas de planificación mas eficaces y coherentes, que lejos de conducirles  como en nuestro caso,  en dirección a la volatilidad del empleo,  lo hicieron  activando su capital humano, reordenando los sectores productivos,  ajustando la formación a la  demanda e innovando en  la organización del trabajo, es decir, todo lo contrario a las medidas llevadas a término en nuestro país, cuyo resumen se limita a un histórico de  atípicas reformas  laborales, con un resultado final que pone de manifiesto que  el mayor de los  problemas del desempleo radica en el anómalo funcionamiento del mercado laboral, y todo  porque  la inestabilidad en el  empleo, causa  insuficiencias coartando  con ello  toda posibilidad de  estabilización por estancamiento de la productividad.

Sin crecimiento económico, ningún mercado de trabajo por flexible que establezca su regulación será capaz de generar empleo

De ahí que en primer término,  toda solución para el mantenimiento y la   generación de empleo haya de  pasar forzosamente  por un cambio sistémico, una mutación al completo de la regulación laboral,  que ponga término a la negativa  singularidad del actual mercado de trabajo, reduciendo  a mínimos  la modalidad  de contratos temporales, y haciendo que el despido mas que una rutina sea  la última opción, para así desde una realidad mas acorde,   aplicar parámetros  de flexibilidad y productividad fundados en la formación  y especialización del capital humano  que consonante a resultados adjudique estabilidad laboral y  permita el crecimiento salarial.

Aún cuando para impulsar otra política de creación de empleo, a lo ya expuesto, hay que añadir  medidas  complementarias  de reactivación,   destacando por preferentes,   la habilitación  de  vías de   financiación alternativas  a la negativa bancaria  en facilitar crédito a la economía real, la fiscalización y control de los mercados energéticos y de la utilización inflacionista de sus precios, al igual  que la puesta en práctica de un sistema de fiscalidad que en el ámbito empresarial garantice el principio de generalidad, equidad y progresividad.

Como queda dicho, esa  realidad solo se corrige a través de los estímulos  que la situación requiere, pero  nunca  con prácticas de  distorsión como las utilizadas  por el Presidente Rajoy, que lejos de reconocer  sus errores y proceder vía  enmienda,   se empeña en seguir manipulando la realidad,   y  ocultando que según la EPA, desde su toma de posesión hasta la actualidad las cifras delatan sin sesgo, que lejos de los  éxitos que se arroga con su política laboral, la contundencia de los  resultados   pone de manifiesto que durante ese período no se ha creado ni un solo puesto de trabajo tal como vienen a refrendar  el hecho  que  la tasa de paro  se acrecentara  sustancialmente  en dicha  temporalidad.

Y cuando esto es lo que acontece,   es obvio que  el empleo, ni esté ni se le aguarde.



viernes

23

enero 2015

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Corrupción: La cara B de la democracia

Publicado por , Posteado enOpinión

En su intento de no pagar en las urnas la costosa factura de su corrupción, un PP acorralado, juega al despiste de la artimaña, al vender por cierta la reactivación económica, que por ficticia, le devolverá su rebote por efecto búmeran

Por mas versiones deformadas que nos quieran transmitir, lo cierto es  que España, lejos  de conducirse a través de  la estabilidad  de una democracia, lo está haciendo    a golpe  de trombos  y  volantazos, efectuados, por  unos pilotos suicidas  que enfundados  en la escafandra  de su escudería política,    han decidido  convertir al país   en su singular  circuito de confrontación, dispuestos  a quitar de circulación con todas las consecuencias   a quien se interponga en su frenética carrera del todo vale,  cuyo objetivo final  no es otro,   que alcanzar la meta a cualquier precio y seguir manteniendo así   el podium de la gobernabilidad,   aún cuando toda recompensa  de reconocimiento a su triunfo, mas que tener carácter  de merecido galardón sea la indecente tapadera  que  viene a encubrir la degenerada realidad de una interminable orgía de corrupción.

Por eso que ahora, cuando es ésta quien acecha,   los guías de la maquinación  sin decaer en  su deriva infractora, en línea con su reprensible  proceder,   intentan escabullir  el bulto y  negar  con ello  toda  implicación transgresora.

Siendo justamente esta actitud  de cinismo y disimulo la utilizada  por el Partido Popular, cuando haciendo una lectura sesgada  de lo escrito por el juez Pablo Ruz, en un intento de  confundir  al electorado,  aducen que al no presuponer su contenido una declaración de condena, el mismo, es expresivo exculpatorio de su formación en la trama  Gürtel.

Un dislate sin paliativos, por cuanto  de la exactitud del citado escrito  se concluye todo lo contrario y  pone al descubierto que   el «grupo  conservador» está metido hasta las cejas en el asunto, tal como  confirma la propia judicatura al obligar su  comparecencia en las actuaciones  en calidad de partícipe a título lucrativo, o lo que es lo mismo, al dejar expresado al margen de todo intento de evasión, que el partido de la gaviota está implicado al completo en esta  trama de financiación ilegal,   como lo determina  la circunstancia de  su  deber a comparecer en la causa  asistido de letrado y procurador, extremo que por su contundencia despeja toda duda de interpretación, dejando así   sin efecto las falacias con las que el PP quiere burlar su implicación y  disfrazado  de inocente esconder ante el electorado  su ostensible participación en los hechos.

Resultando por tanto  una  tomadura de pelo, que tras las evidencias refrendadas por la Fiscalía  y la Abogacía del Estado considerando «acreditada» la  existencia  de una caja B  para la financiación ilegal del actual partido en el  Gobierno al  igual que su implicación participativa a título lucrativo, el PP como directo aludido, en vez de asumir  las consecuencias jurídicas y políticas derivadas de tal aserción,   a pesar  de  la existencia  de  testimonios probatorios,   en un ejercicio de negación de lo evidente  y del arrinconamiento de la verdad,  opte por darse a la fuga  de toda  responsabilidad y  proclamarse  ajeno a las gravísimas acusaciones que vienen a refrendan su imputación.

Cuando queda probado la existencia de una red de corrupción participada por el PP, no es de recibo que sus mandatarios miren hacia otra parte rehuyendo toda responsabilidad en el asunto,

Al Partido Popular  le ha estallado la Gürtel  en el peor de los  momentos y con impactante  percusión en su estructura política, al quedar probado a través de  la Intervención del Estado el pago en negro  de las obras de reforma en su sede  de la calle Génova, como también contrastado el uso de fondos provenientes  de esa caja negra para el pago de sobresueldos de la cúpula dirigente, gastos ordinarios del partido y para campañas electorales, y todo a pesar que dichas conclusiones estuvieran precedidas de una total falta de colaboración con la justicia, hasta el extremo,  de forzar que la Policía  tuviera que incautar la documentación requerida mediante  registro realizado en su sede central por mandato y orden judicial.

Por eso, cuando queda probado la existencia de una red de corrupción participada por el PP, no es de recibo que sus mandatarios miren hacia otra parte   rehuyendo de forma sistemática toda responsabilidad en el asunto, salvo, que además de su ligereza  de trato para con la   justicia,   su intención final  tenga por único propósito  el tomar por imbéciles a la ciudadanía.

Es una  obviedad por tanto  afirmar   que el PP no es ajeno a la trama corrupta  de la Gürtel por ser  su mas directo referente, pues además de la complicidad  mantenida por  sus testaferros con el gobierno de Aznar, el histórico delictivo  que  alimentó la caja B de la corrupción,   tuvo por vinculado clientelar, el ávido apoyo  de unas administraciones publicas que  regidas  por políticos de idéntico signo, hicieron  del marco  de contratación un garito de chalaneo,  sin  la mínima observancia  ni acatamiento  a disciplina legal, hasta el extremo, que en la mayoría de los casos la retroactividad aleatoria de las adjudicaciones de licitación, de llevarse a término,   destaparía en cada caso un nuevo escándalo institucional.

Apuntando como agravante,  la apología de autoritarismo que supuso  la destitución dictada  por Rajoy contra los inspectores de Hacienda, que en ejercicio de sus facultades escrutaban la participación del PP en la tramoya  ilícita.

De ahí que afianzándose  en la rotundidad de los hechos, no quede otra   que  concluir confirmando  que lo que  avistamos    a flote en este piélago de impureza política, es tan  solo   un referente minúsculo  de un gigantesco iceberg de corrupción, que lejos de tener por padrino  al anonimato tiene procedencia y protagonistas  concretos.

 




jueves

15

enero 2015

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Despierta de tu sueño

Publicado por , Posteado enPolítica, 15M

Es imposible la resurrección de este país sin la defunción del bipartidismo, y quien no quiera asumir esta realidad, siempre puede apagar el despertador, cerrar los ojos y seguir durmiendo

Si desnudáramos a España de imposturas, quedaría al  descubierto la flacidez  de una democracia apócrifa y la mala traza de una clase política frustrante , que de no haber utilizado la mentira   por sistema, jamás habría  llegado  al poder.

El hábito de mentir, por su carácter  indigno  y condición   insidiosa  causa  mala reputación, en quien, tomándola por práctica la  hace suya  hasta el extremo de transformarla  en parte implícita  de  su  conducta, a pesar  que  el castigo del embustero es no ser creído incluso diciendo la verdad; conformando el no va más   de tal demérito,   la  gran  mayoría de la farándula  política, que como profesionales de la hipocresía, aún mintiendo mas que hablan, su lenguaje  por enmascarado, está diseñado para conseguir  que sus falsías suenen como verdades, siendo por eso que  incluso cuando la  mentira puebla la biografía de la gran mayoría  de la clase política, éstos,   se mantengan en sus trece y sigan utilizándola  sin discreción como moneda de cambio en todo proceso electoral.

Para los fabricantes de falsedades, la clave del poder para nada tiene conexión con la  eficiencia sino  con la propaganda, y por tanto, su objetivo   no es otro que lograr con sus manipulaciones y   engaños  rentabilizar que la mentira se convierta en un consumo de masas y así subyugar  fácilmente  a un electorado crédulo, con la única intención de  embaucarlo, para ulteriormente, una vez capitalizado su voto por sustracción, abandonarlo a su suerte   e imponer    contradictoriamente una divergente agenda política, donde el recorte de libertades y de derechos, paradójicamente, tengan  por víctimas propiciatorias a quienes por apoyo hipnotizado y extraviado les facilitaron el acceso al poder, al confiar  de buena fe su voto, a unos demagogos políticos que les condujeron a las urnas mediante la argucia  de  astutas estratagemas y  maquiavélicas mentiras.

Por eso que ahora, recién  iniciado  un   nuevo año plebiscitario, cuando  mas desfavorable les resulta la concurrencia   política y por tanto  mas adverso les es el escenario electoral,  es también cuando mas acentúan su  persistencia en repetir con mas  ahínco  si cabe el fraude llevado a término en votaciones pretéritas, siendo obligación por tanto de todo demócrata ante tal riesgo, reaccionar  en consecuencia  para persuadir a los  electores  y sacarlos  del contrasentido, evitando  así que una vez mas  los mayordomos  de la  coacción se salgan  con la suya,   y logren que  la democracia siga perdiendo enteros como consecuencia  de  su  nuevo  reintento de utilizar la mentira como arma electoral.

Los electores deben  exigir el cumplimiento político  de su derecho a la verdad, vetando a través de las urnas a quienes disfrazados de demócratas  aspiran a seguir  desempeñando  la función pública utilizando la mentira como práctica de conducta, pues va siendo mucha hora de regenerar la esfera política, expulsando de  la misma  a los apóstoles de la impostura, a aquellos que no reparando  en  insolencia, después de evidenciar  no ser la solución de nada, se atreven ahora  a  prometer, lo que habiendo podido  hacer, no fueron quien de acometer mientras ostentaron el poder  ejecutivo y desempeñaron  funciones de Gobierno.

Este país requiere estar liderado por gente decente, por hombres y mujeres de primer nivel, y no, como viene sucediendo, por individuos de tres al cuarto metidos a políticos por pura conveniencia

Este país requiere  estar liderado por gente decente, por hombres y mujeres de   primer nivel, y  no, como  viene sucediendo, por  unos individuos de tres al cuarto que incapaces de  dedicarse profesionalmente  a otros menesteres  han desembarcado en la política, no para utilizarla como herramienta de solución del interés general, sino para valerse de ella como   tabla de salvación y convertirla en oficio de conveniencia  para satisfacer sus  ambiciones  personales.

No resultando  recomendable tampoco por factor de dependencia,  que  las riendas del país  sean conducidas  por  miembros de grupos  políticos salpicados de corrupción, o en su caso, por integrantes de organizaciones  políticas  que al  borde de la ruina  por  acumulado de una  deuda descomunal, en una aproximación al totalitarismo, otorguen  preferencia de trato  a  la banca acreedora de su débito en detrimento  de los derechos  inalienables  de la ciudadanía.

Es un total  anacronismo ser dirigidos  por los reproductores  del nepotismo, por quienes no reparan en absurdas promesas de  crear empleo  sin tener empresa,   a la par  de favorecer  a sus acólitos  haciendo de  la Administración  Pública su factoría de enchufismo  y colocación, donde prohibiendo el acceso al  común de los ciudadanos,   las puertas giratorias son    la coladera interminable   de amigos,   padres, hijos, tíos y demás familia  convertidos por favoritismo en funcionarios sin oposición.

Por eso y mucho mas, no podemos seguir  otorgando fiabilidad  a quienes después de habernos   ensimismado en el artificio de ser la octava potencia mundial, nos relegan en un santiamén   a cumplir el papel de  furgón de cola de Europa.

En resumen, es imposible la  resurrección de este  país sin la  defunción del bipartidismo,   y quien   no quiera asumir esta realidad,  siempre  puede apagar el despertador, cerrar los ojos   y seguir durmiendo



viernes

9

enero 2015

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Un grotesco sainete bipartidista

Publicado por , Posteado enOpinión

Los miembros del bipartidismo han acercado conjuntamente posiciones ideológicas en torno al credo neoliberal, con la finalidad de frenar todo fenómeno de masas y cualquier otra acción política de emancipación

No es ningún desvarío  afirmar  que en este país  el oficialismo político  es una farsa radical, pues cuando pasan ya  de treinta y cinco los años  que los miembros del bipartito permutante disfrazaron  la democracia de carnaval, esa falsificada mascarada  sostenida como formato funcional, para nada  fue  referente de autenticidad  por mas que se encubriese en el disimulo  de una  aparente seriedad.

Por eso al margen de todo  subterfugio, difícilmente hay quien desde el oficialismo político  pueda  alardear de ser   animador  de prácticas democráticas, cuando lo cierto es que a partir de  aquella engañosa  Transición  la democracia ha brillado por su ausencia, al ser los mercados que nadie ha votado, quienes, arrogándose papel protagonista, con la anuencia de un bipartidismo corrupto, opuesto  a la voluntad de los electores, impuso su primacía hasta el extremo de convertir a los agentes financieros  en los exclusivos  y supremos  mandatarios del país.

De ahí la nula fiabilidad  que debe otorgársele a los miembros del acoplado  bipartidista; al hacer político  de unos representantes, que como los cabecillas regentes del PP y PSOE,   convirtieron el derecho a elegir  en una práctica devaluada, ocasionando   que  los electores pasaran de  ser  el referente democrático   a estafados por  sus repetidos incumplimientos y deliberados engaños, y ello, a juzgar por  su ostensible tendencia a contravenir el contenido de sus  programas  electorales, que escritos en papel mojado fueron pensados en todo caso y de antemano  con la única finalidad de ser transgredidos al día siguiente de alcanzar el  triunfo electoral, con  el  propósito establecido en el contexto  de una miserable maniobra de artificio político.

El uso y abuso de las malas artes políticas, es decir, su pérfida  praxis,     hizo que la asidua   tolerancia de la que los electores hicieron gala durante  años  perdiera toda continuidad,    para dar paso  a la severidad inducida  por una  frustración generalizada, mutación que causó  que la fórmula  empleada   desde la Transición extraviase toda efectividad, y  que en razón a ello, tanto la alternancia política entre los dos grandes partidos como  su continuidad esté actualmente al borde del abismo.

Llegando al extremo que  el protagonismo del PP y PSOE que en otrora dominaba de forma abrumadora  el  escenario político, actualmente desgastados por las impopulares respuestas a la crisis y los casos de corrupción, se sitúen  en sus  horas mas  bajas,   y  que en razón  a su erosionada credibilidad  los componentes  del bipartidismo  pasen a jugar su futuro en los  próximos  comicios electorales  con el riesgo mas que evidente  que las deserciones en su electorado por trasvase hacia otras opciones políticas mas fiables sea  el referente   de inflexión hacia  su ocaso político.

Aún cuando el PP y PSOE se esfuerzan por acentuar distintivos de diferenciación, lo cierto es que ambos concuerdan en ejercer como tapadera política del poder económico.

Actuando como desencadenante   de este declive  su propio gregarismo político, que por arrastre de complicidad les impide escuchar la voz de la calle, al igual que  ejercer como legítimos valedores  de la voluntad soberana de los electores al   admitir  sin réplica  las interferencias antidemocráticas ejercidas por esos poderes fácticos,   a los que se pliegan, sin atreverse en modo alguno  a  desafiar sus concernidas  prioridades, y todo ello,  a pesar de  las catastróficas consecuencias  y lesivas repercusiones que  su alcance provoca  en los   intereses generales de la ciudadanía.

Esta realidad con su carga de dramatismo, pone de manifiesto la escasa fiabilidad que debe otorgársele a los políticos y voceros bipartidistas, pues con sus prácticas de perversión  además de estar ofreciendo un espectáculo bochornoso, mas que demostrar interés por la cosa pública   ponen de manifiesto  su  exclusiva  propensión  hacia la continuidad  de sus  privilegios, así como, la defensa a ultranza de intereses espurios.

El actual modelo bipartidista en su conformación reúne a las  dos caras de la misma moneda, de ahí que aún cuando el PP y PSOE se esfuerzan por  acentuar distintivos  de diferenciación, lo cierto es que son coincidentes en lo esencial, por    cuanto, ambos concuerdan en  ejercer como tapadera  política  de aquellos que concentran el poder económico,    siendo por ello su ejercicio una  rémora del cambio, o lo que es lo mismo, una forma de cambiar para que todo siga igual, es decir, toda una práctica que además de    coartar la  participación y deliberación de los ciudadanos en los asuntos públicos, hace que la ideología imperante sea la de los poderes económicos, y que en razón a ello, su  aplicación práctica mas que el reflejo de una  democracia real  tenga por equivalencia   la representación de un grotesco sainete bipartidista

Miseria ideológica, que fuerza   desechar al bipartidismo  como alternativa en todo proceso electoral, pues la regeneración del sistema  pasa a todas luces por la radicalización democrática.



viernes

2

enero 2015

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Alegato, salvar la democracia

Publicado por , Posteado enOpinión

Impulsados al calor del hartazgo de la crisis y sus políticas de austeridad, Syriza y Podemos, además de ser el quebradero de los mercados y de sus acólitos, son también la clave vital para afrontar con éxito el cambio necesario.

En esta Europa de los mercados, la reacción amenazante de los miembros de la Troika  ante la decisión mayoritaria    del parlamento griego de adelantar las elecciones,  justo cuando el favorito para ganar los comicios es la formación política Syriza, pone de relieve  el menosprecio  mostrado hacia   la ciudadanía helena  y la falta de respecto a las reglas democráticas de aquel país, por parte de quien resulta ser la Trinidad del Capitalismo europeo, es decir, el referente   de los tres entes distintos que conforman  un solo Capital verdadero, dígase, FMI,  BCE y CE.

Indicación aquilatadaal  ser  ellos   quienes después de tomar  por asalto  el estado de derecho, se atreven   a entrar de lleno  en la campaña electoral haciéndose parte activa de la misma mediante prácticas de  extorsión y advertencias coercitivas,  destinadas a dejar sin efecto la libertad  electoral y  coaccionar así  el voto  de los electores griegos en aras a satisfacer con ello  sus  disolutos intereses.

En otras palabras,   ante la mas que segura posibilidad  que la formación liderada  por Alexis Tsipras alcance el gobierno heleno y establezca  al efecto  medidas alternativas  a las inaceptables y ruinosas políticas neoliberales,  los directos afectados por tal posibilidad, temblorosos de pánico al ver amenazados su ventajoso negocio, deciden   pasar a  la acción directa desatando  una intensa  campaña de descrédito  contra este movimiento  progresista, al solo  objeto  de abortar  su acceso al poder  y evitar  con  ello  la puesta en práctica  de su comprometido proyecto de rescate ciudadano.

No reparando en imponer  su confabulación al margen  de todo código ético a pesar de ser  inversa al  mas elemental respeto democrático,   y así, al igual que en su día, sin mediar proceso electoral colocaron al frente del Gobierno al tecnócrata  del séquito  Lukas Papadimos para aplicar con disciplina prusiana  el plan de rescate, ahora, es la  misma vanguardia involutiva de la austeridad quien  con idéntica  finalidad   acentúa la asfixia  de la sociedad griega a través de una nueva odisea de golpismo financiero.

Con todo, quien verdaderamente es la compositora de la  partitura del concierto que  la Troika viene a interpretar en Grecia y en el resto de los  países periféricos del sur,     no es otra, que la canciller   Angela Merkel   y su guardia pretoriana delBundesbank, quien  después  de haber logrado elevar el tope de gasto a precepto constitucional,  ahora intenta por todos los medios hacer del dogma neoliberal una ley  fundamental.

La democracia es una norma absoluta incompatible con cualquier formalidad

Siendo tal aspiración  la razón de su empecinamiento en seguir burlando la realidad y proclamar  como éxito el fracaso de las políticas de austeridad, que en modo alguno han sido la solución del país,   como pone de manifiesto el único   hecho veraz, tal es,  que apenas el uno por ciento de los dineros del ‘rescate’ hayan entrado en el circuito   de su economía real, mientras   curiosamente, el 96 por ciento del montante global   sirvió para rescatar a bancos franceses y alemanes, y el resto, para apuntalar paradójicamente la estructura   de los propios  agentes financieros desencadenantes de   la crisis.

De ahí que los actuales  ataques a Syriza, por parte del emparejado de agitación que forma  la Troika y la prensa internacional de negocios, no deba  ser interpretados,  ex profeso,   como un fenómeno  aislado  coincidente con este proceso  electoral concreto, pues  lo cierto es que tal estrategia  es la utilizada coordinadamente por los profetas de las desgracias, por aquellos  que se niegan a asumir  que la democracia  es una norma absoluta  incompatible con cualquier formalidad, y por ello, intentan destruir toda alternativa  atemorizando de una parte  al electorado a la vez de  propagar estratégicamente el  engaño, a través de la falsedad de haber  terminado la crisis  y empezado la recuperación; y todo, con la maliciosa  intención de suspender la democracia e imponer alternativamente un cambio de régimen, en donde  ya no sean los ciudadanos quienes deban determinar las cosas como electores, sino los mercados financieros y  los especuladores.

En todo caso,  la presión a la que está sometida  actualmente la población de Grecia y  Syriza en particular  como formación política, por censurable que resulte, no debe ser percibida como algo inesperado o  excepcional  en el ámbito de la Unión,  pues tales prácticas tienen idéntico formato de uniformidad  en el espacio político de los países ‘PIGS’ del sur de Europa, siendo prueba de ello su repercusión inducida en España. En cuyo caso,   como consecuencia del desplome del bipartidismo como paladín de los mercados, estos, reaccionan mecánicamente, y así,  justo  en el  momento en que Podemos como  formación de nuevo cuño encabeza la encuestas  de intención de voto,  desatan con anticipada  antelación electoral pero con idéntica virulencia que en el caso griego  la reacción . de quien en primacía  de sus intereses, también aquí se arrogan autoridad para destruir la democracia.

Con todo,   ha de ser objetivo   de madurez no entrar a la provocación desestabilizadora del neoliberalismo, optando  alternativamente  por rescatar a través de las urnas  lo que merece ser salvado, es decir, la democracia.



viernes

26

diciembre 2014

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Abrir el candado del 78

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La ciudadanía ha de caer en la cuenta que el peligro no está en depositar la confianza en Podemos, sino en seguir otorgándosela a quienes además de conducirnos a la crisis nos arrebatan el futuro repercutiéndonos sus efectos.

Al igual que cuando  a  Pandora se le dio por   abrir la caja de los truenos, los   males encerrados en su interior   se  dispersaron por el orbe  llegando a producir  un cataclismo, ahora al parecer, cuando desde Podemos, Pablo Iglesias aboga  por un proceso constituyente para «abrir el candado del 78», los centinelas del sistema afectados en su continuidad  política,   son  quienes alertan del riesgo de liquidar la Transición,   advirtiendo  que  toda transformación del  orden establecido, al igual en el referente mitológico que antecede, de llevarse a término  también nos conduciría a la hecatombe.

Es manifiesto el  interés   de los que ejercen como  retribuidos políticos, en  traer a colación el espíritu de la Transición en su versión mas sugestiva, presentándola como el pacífico paso  que nos condujera de la dictadura  a la democracia   y nos abriera   la puerta  a la prosperidad  y a una plácida sociabilidad, pero tal relato es la antítesis de la realidad,  pues al margen del registro escrito de la historia, lo cierto es, que   por mucho que ahora se invoquen las bondades del sistema, su implícito, viene a confirmar  que aquella transición a la democracia no fue otra cosa que la continuidad del franquismo sin ruptura y que su vigencia además de inapropiada, la evidencia  viene a confirmar  que es un todo inservible  para satisfacer los grandes desafíos del presente; de ahí lo exigible de una  «segunda transición» que resuelva definitivamente los problemas del país y ponga fin a la actual deriva involucionista.

Por mas  que desde  el bipartidismo  y el establishment de persuasión   mediática se pregone  hasta la saciedad  que la Transición fue un proceso modélico, la verdad es, que tal afirmación dista mucho  de guardar ajuste con la realidad, por cuanto  su  resultado tiene por toda paráfrasis el poco ortodoxo  afianzamiento de una democracia limitada e insuficiente, circunscrita en  su alcance a la  condición reduccionista de limitar la participación ciudadana   al mero encuentro cuatrienal con las urnas, acotando que la base electoral pueda decidir, sin intermediación, sobre cuestiones políticas de su propia incumbencia, al impedir  el propio marco constitucional  la puesta en práctica de  mecanismos de democracia directa, y todo por el interés de la clase política dominante  de convertir la democracia en su  exclusivo monopolio y consolidar así un sistema participativo pensado ex profeso en el protagonismo de los partidos políticos, es decir, toda una señal expositiva  de lo poco democrática que es la democracia española.

Aportar por balance de resultados un país patas arriba, aparte de reflejar negación política, ponen de manifiesto las carencias funcionales del régimen del 78

Por si ello fuera poco, a lo dicho,   se ha de añadir  como agravante de disfuncionalidad el absolutismo del poder económico y la subordinación al mismo del poder político, un aspecto de dependencia, determinante de ser los consorcios financieros  y la oligarquía económica quiene imponen su jerarquía  auxiliados en  todo momento por un emergente cuarto poder, que representado por los grandes medios de comunicación no dudan lo mas mínimo en  la utilización de la guerra mediática en el ámbito de una alianza estratégica,   con la finalidad,  de manipular el control de la sociedad al solo objeto de neutralizar   toda reacción discordante de la opinión pública para así mantener sin sobresaltos la continuidad   de un modelo político corrupto y un estándar económico fundado sobre unos desmesurados  beneficios de la casta gobernante.

Ante tan deprimente  panorama, a nadie debe pasarle desapercibido que  la credibilidad de la acción del Estado se encuentre bajo mínimos, como tampoco,   que se evidencie la descomposición del oficialismo político que conforma el dueto  bipartidista  PP PSOE, y mucho menos  , que el régimen  se sitúe  en la cota mas baja de su credibilidad desde el inicio de la  Transición; pues  lo evidente  habla por si solo, y  en razón a ello resulta contrastable  el abandono de toda  responsabilidad desde el Ejecutivo  a asumir  como propio el derecho ciudadano a una digna calidad de vida, como igualmente, el desplome de un bipartidismo  decadente  que pierde toda hegemonía por su entreguismo a los  poderes fácticos  y su  divorcio y distanciamiento  con la sociedad, siendo ambos aspectos el motivo   que hace inservible  lo actuado y fuerza que toda solución de país haya de pasar reflexivamente   por suprimir de la acción política  toda práctica relacionada con la decadencia que acompaña al  actual modelo de Estado

Quienes ejerciendo  el poder  durante décadas, aportan ahora por todo balance de resultados  el correspondiente a  un  país patas arriba, aparte de reflejar su negación política, ponen de manifiesto  las carencias  funcionales del régimen del 78,   y en consecuencia  vienen a justificar con su fracaso de acción política el punto final al  “régimen” de la Transición, y tácitamente,   refrendar   la propuesta de Podemos,   que con buen criterio postula el líder de esa formación, cuyo  objetivo crucial pasa por  la apertura de un proceso constituyente para «abrir el candado» de la Carta Magna de 1978 y romper con un régimen que se derrumba por inútil e infecto,  pues solo llevando a término esta premisa  será posible  afrontar una nueva  andadura con garantías de futuro.



viernes

19

diciembre 2014

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Y Cospedal enloqueció

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De seguir confiando el futuro del país en los de siempre, llegaremos al más temible de los desvaríos, que nos conducirá, a tener que rescatar al poder público de las alcantarillas

Cuando se  prescinde  de la  verdad, la libertad de expresión es tan solo  una forma  de   camuflar   la  mentira para adulterar la realidad, siendo esta  práctica de despiste la utilizada esta semana por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien a pesar  de estar judicialmente  en el ojo del huracán por una supuesta donación opaca de 200.000 euros para la campaña del PP de las autonómicas en Castilla-La Mancha,   no reparó  en desbarrar  a su antojo, hasta llegar al despropósito de  afirmar para público conocimiento, que la  sociedad es tan corrupta como los partidos políticos, añadiendo para mas concreción, que lo que sucede en las organizaciones políticas en materia de corrupción  no es un fenómeno intrínseco  de estas, sino  la  trasmisión refleja  de  lo que ocurre en el conjunto de  la sociedad.

Es decir, que la número dos del PP, justo cuando se hace público el procesamiento  por corrupción de varios de sus correligionarios en  la comunidad de Valencia, en vez de tomar medidas  disciplinarias y  ejemplarizantes contra los encausados  de  haber financiado ilegalmente actividades electorales de su propio partido, pierde todo sentido de  racionalidad, y en un arrebato de  chaladura, no se le  ocurre mejor idea que adjudicar a la corrupción condición pandémica  para extender así su afección  a la totalidad  de la  ciudadanía, que  perpleja, se  niega a asumir  como propios  los desvaríos de Cospedal, visto que  tal acusación al igual que todo lo relativo a la   crisis, forma parte de su estrategia de diseño político consistente en  evadir responsabilidades echando la culpa a las víctimas, pues   lo cierto   es, que sin tener arte ni parte, son los  ciudadanos los que a todas luces mas caro  pagan la corrupción.

Por más que se intente implicar indebidamente  a terceros, la corrupción generalizada que vive el país es totalmente ajena a comportamientos o actitudes  de  la ciudadanía, pero  de principio a fin, inherente al sistema y resultante del  maridaje licencioso entre política y negocios, cuya deriva, hizo que el comportamiento ético que debiera  refrendar  la limpieza y moralidad de la función política   fuese  sustituida por el relativismo moral, generando con ello  una relación de vasallaje  endémico, donde la democracia  tomó formato de pura apariencia   dando entrada  en su defecto a atípicas normas de funcionamiento, que por viciadas, generaron inexorablemente comportamientos corruptos en razón a la discrecionalidad de los actos, y al opaco trasfondo de ingentes cantidades de dinero  como dinámica de por acompañamiento.

Y así fue como desde que a principios  de los 80, cuando el caso Flick y las contratas de basuras del Ayuntamiento de Madrid marcaran el arranque de la corrupción, transcurridos 35 años, resultara que desde aquel entonces no haya  dejado de reproducirse  y crecer en dimensión, y ello, en razón a que su génesis arraigó en hábitos antidemocráticos y  conducida  por la oligarquía  del franquismo sociológico siguió dominando la actualidad  como referente  del capitalismo mas intransigente dispuesto a  prescindir de la democracia, pero casualmente, no así de esa  corrupción por el ventajoso aporte de la misma  a sus espurios  intereses.

No siendo de recibo, que quienes tienen en su haber el historial mas turbio de la corrupción del país se erijan ahora en redentores

Una situación que por anómala se ve ahora alterada, justo cuando la crisis  hace mudar  la percepción social, política y económica del país,   y la entrada en escena de Podemos viene a alterar la actual correlación de fuerzas dificultando la continuidad del sistema, o lo que es lo mismo,   revelándose como un  serio peligro para la sucesión del  bipartidismo.

Resultando por tanto  un absurdo, que la ahora Presidenta de Castilla – La Mancha,   opte por  practicar ceremonias de confusión  con la única  finalidad  de implicar a   la ciudadanía en  actos de corrupción,   cuando tan solo puede adjudicársele  la condición de corrupto a quien saca provecho doloso de una situación, en razón  a ostentar un cargo público,    o por  tener conferida relevancia social  para lucrarse a través de artimañas,   y ese conjunto de condiciones características, para nada guardan correspondencia  con el común de los ciudadanos pero su ajuste debido  con el corrupto político que en el actual estado de cosas  es al que hay que perseguir. porque contrariamente a su parecer, la corrupción no es patrimonio de todos,   sino reserva exclusiva  de quien se conduce como tal.

No siendo de recibo,  que quienes tienen en su haber  el historial mas turbio de la corrupción del país  se erijan ahora en redentores, máxime cuando resultan ser los mismos que se niegan a reconocer  sus propias impudicias, las de un partido y un gobierno  que tocado por el  escándalo mantiene en sus cargos a siniestros protagonistas, hurtando   a los jueces la capacidad de impartir justicia en determinados delitos, y entre otras  anormalidades,  permitiendo  todo tipo de subterfugios para satisfacer su financiación política. unas actitudes  que por inadecuadas convierten la democracia que tanto costó lograr, en una maldita pantomima.

Obviamente sobra decir  que  no es  Cospedal ni los suyos,   los apropiados para afrontar de modo alguno   el cambio necesario que la situación requiere.



viernes

12

diciembre 2014

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Pymes y Autónomos en la encrucijada

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Toda recuperación pasa forzosamente por vigorizar a pymes y autónomos, a través de la transformación radical del sistema, que por efectiva, garantice el desempeño de su actividad

Que desde el 78 fueron los grandes holding empresariales  quienes marcaron  la hoja de ruta a los  distintos gabinetes políticos que  en alternancia aparentaron  estar dirigiendo  el país, es una realidad que  por evidente no admite cuestionamiento alguno,   como  igual de incontestable es,   que desde el 2011 cuando Rajoy se instala en la Moncloa esos mismos ejercientes del  poder en la sombra, es decir, los dueños del Ibex 35,   han  batido todo récord al incrementar  en un 71% sus  respectivas fortunas, y ello en razón a la benevolencia fiscal  que disfrutan los miembros de esta élite empresarial al estar sujetos  a una tributación preferente, de tan solo,    un 6% de sus beneficios, con la tolerancia  añadida  que   no satisfechos con este  trato ventajoso, el 94% de las mismas, burlaron sus obligaciones dedicándose  a eludir  impuestos en paraísos fiscales, siendo la cantidad de lo evadido superior con creces  a nuestro producto interior bruto (PIB).

Resultando paradójico por tanto, que mientras cerraban el ejercicio del año pasado con unas ganancias  acumuladas de 17.700 millones de euros,   la cuantía del peso laboral  del selectivo grupo de las 35 empresas  más poderosas del país, lejos de mantener  tendencia alcista, se reducía   en un 8, 9%, situando así  su ya exiguo techo potencial de empleo en  1, 23 millones de trabajadores, sin que tal disminución afectase en lo mas mínimo  al movimiento de rotación  de las  puerta giratorias por las que los políticos en retirada  acceden a sus consejos de administración  exhibiendo  por todo currículum de cualificación el inventario   de unos  servicios prestados a la causa,   para así facilitar   que  unos  mangantes por el hecho de no  hacer nada, en contraprestación, perciban   unos emolumentos de escándalo.

En contraposición,   la  mayoría de la estructura empresarial del país   conformada por microempresas, pymes y autónomos que vocacionalmente  ejercieron  de  referentes generadores de riqueza y actividad laboral,   aún siendo los llamados a sacarnos de la crisis, insólitamente,   ahora aparecen como los grandes marginados de la situación  y todo como consecuencia  de un hecho concluyente, tal es,   que la mayoría  de las medidas aprobadas por el Ejecutivo    durante  la actual legislatura, por su tendencia proclive   a devorar la economía real,   mas que  favorables para la estabilidad mercantil, resultaron  un impedimento para su estabilidad y reactivación, y todo, porque esas políticas gubernamentales de aplicación   tuvieron  por objetivo preferente satisfacer a los lobbies de las grandes corporaciones, aunque ello,   implicase dejar al margen  a quienes son  los  verdaderos impulsores de la dinamización y la creación de empleo.

Y así, tal fueron los  resultados, que como consecuencia de un inadecuado  entorno político, normativo y administrativo,   el tejido productivo español cuyo 99, 8% encuadra a estos grupos de la  actividad empresarial, resultó ser el  peor parado de la crisis, confirmando tal aserción  el hecho que hasta la fecha se vieron forzados  a cesar su actividad  265000 pymes  y 325000 autónomos, sin que  a pesar  de tal revés,  este conglomerado perdiese su función propulsora de la economía  y el empleo,  como pone de manifiesto en primer término, el hecho de seguir aportando actualmente el 65% del PIB nacional, y en segunda expresión, la realidad de estar dando empleo a 9, 02 millones de personas, que  en índice porcentual,   viene a  representar al 75% de los empleos efectivos  del país.

Cuando política y financieramente no se aplica igualdad de trato empresarial, la discriminación, es factor causante de desequilibrios y disfuncionalidad

Pero si tal realidad debiera ser reconocida y considerada, lo cierto es que en vez de obtener la debida correspondencia  reciben por toda respuesta la falsedad política, y valga como contraste, la peripecia  de  enmascarar nuevas subidas de impuestos  tras la apariencia  de una rebaja fiscal, como sibilinamente intentan colar  ahora   adjudicando condición ventajosa a las nuevas retenciones en el IRPF de los autónomos; un nuevo exponente de impostura  que delata una vez más  la  insolvencia  de  las proclamas emitidas  desde las filas del Gobierno con la intención  de hacernos tragar con  la falacia de atisbos de recuperación.

En un país  donde política y financieramente   no se aplica     igualdad de trato a los agentes que desempeñan la actividad empresarial, los excluidos, llámense  Pymes y autónomos, verán lastrado su capacidad operativa en razón inversa a las concesiones otorgadas a   los agraciados, que no son otros  que la ya referidas   empresas del IBEX 35,   siendo los desequilibrios generados por tal discriminación  la principal causa en la disfuncionalidad  de los afectados; habiendo de añadir a ello  los perjuicios por indefensión, causados por la deserción de unas asociaciones empresariales  que creadas para defender la libre empresa, optaron  por abandonar su cometido, con  renuncia expresa  a ejercer toda  acción reivindicativa  y convertirse así en plataformas inútiles a tenor de su  papel dependiente como correas de transmisión de intereses políticos.

Una situación atípica  cuya corrección política  no pasa en modo alguno por un cambio de siglas o de caras que defiendan idéntico modelo, sino por una transformación radical del sistema, que restablezca la economía real como referente y la actividad  productiva por objetivo, a la vez de devolver  a    autónomos y pymes su papel protagonista, pues sin ellos, toda apariencia  de mejoría será   puro desvarío.

viernes

5

diciembre 2014

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6D: La Constitución inconexa

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Cuando la actual Constitución no se cumple, ni los poderes públicos garantizan los derechos que proclama, la duda es saber entonces que carajo se ha de celebrar el día 6 de diciembre

Si de origen toda  Ley de Leyes  se elabora con la finalidad  de convertirla en  la herramienta de estructuración  jurídica del Estado, éste además de competente, ha  de estar preparado y adaptado debidamente,  y para que esto ocurra es imprescindible contar  con el parecer  de  los ciudadanos que conforman el grueso de la  sociedad, atendiendo igualmente  a su  diversidad,  su singularidad  y  todo lo circundante con su propia idiosincrasia; aspectos  que en modo alguno fueron considerados a la hora de confeccionar  la Constitución de 1978, que precisamente, se redactó desde  el exclusivismo  de las  formaciones  políticas, por y para ellas mismas,   con total exclusión participativa de una  ciudadanía que siendo utilizada políticamente  cuando interesa, en este caso, no solo se la situó al margen de toda intervención sino que mismamente  fue tratada  como si de un colectivo perturbador se tratara.

Y de aquellos mimbres estos cestos, no pudiéndose  producir por tanto otro resultado  que una Carta Magna   de inútil funcionalidad para el interés general, que  sin embargo, proporcionó favorables resultados en los  intereses  de los autores intelectuales de la misma, es decir, de los dos partidos políticos que en alternancia vinieron a conformar la   alcurnia del poder, a través  de prácticas constituyentes  poco ortodoxas que dieron al traste  con el principio fundamental que debe preservar  todo marco constitucional que se precie,  colando así en  su contexto  una versión adulterada y aleatoria  de la separación de poderes, para así, poder ejercer libremente la colonización bipartidista del régimen, aun cuando tal desatino restó eficacia  a su contenido a la vez de  generar degradación en el funcionamiento de las  instituciones y por derivación  en la marcha del sistema, cuyas consecuencias repercutidas,  no fueron   otras  que la proliferación de la corrupción y la total ausencia de democracia.

Ello es la causa de que la actual Constitución sea un todo inservible, por pésima, obsoleta  e inoperante,  y por tanto,  razón sobrada  para desecharla  y  afrontar  un Nuevo Proceso Constituyente  que permita iniciar en el país  una etapa de auténtica democracia, al margen del  esperpento que llevamos padeciendo  por imperativo de la casta política, para así, desde un vuelco a la situación  poner las instituciones al servicio del pueblo, y con ello,   dejar sin efecto el trato preferente otorgado  a los intereses de la élite económica de filiación franquista,   y desde esa premisa,  partiendo de la separación efectiva de los tres poderes del Estado, tras el correspondiente debate y participación popular culminar con la elaboración y ratificación de una Nueva Constitución.

Sabido es que un proceso constituyente difiere en lo sustancial de una reforma constitucional, y no tan solo en lo referente al  alcance  y magnitud del cambio, sino especialmente,   por el diferente protagonismo que ejercen  los ciudadanos entre uno y otro escenario, pues mientras en  la reforma constitucional  su papel se limita  a pronunciarse sobre un contenido ya concertado, el proceso constituyente  requiere de su  función protagonista y de su participación  activa, correspondiéndoles a ellos por tanto, decidir quién y cómo debe cambiar la Constitución, y todo  esto remitido al uso de su libertad y su conciencia.

Cuando el malestar ciudadano deja traslucir el derrumbe del modelo de Estado, ni cabe espacio para el despiste ni mucho menos margen para los errores

Por tanto, ahora cuando se cumplen  36 años  desde la  ratificación en referéndum de la  que fuera norma suprema  del ordenamiento jurídico del país, asumiendo  que el paso del tiempo  transformó su contenido en el mayor engaño sufrido por el pueblo español en toda su historia, la reacción en primer término no debe presentar duda alguna  toda vez  que  la reconducción de la situación  pasa inexorablemente porque los ciudadanos  optemos por tomar el  relevo jerárquico  en aras a cambiar la degradante realidad que estamos a vivir, pues o bien decidimos  ser los protagonistas del cambio necesario liderando un proceso constituyente,   o    asumimos  como hasta ahora   la  tutela de  una  minoría dedicada a defender en preferencia  los intereses espurios del séquito pudiente.

Y así,  cuando  el malestar ciudadano deja traslucir el derrumbe  del modelo de Estadoni cabe  espacio para el despiste ni mucho menos margen para reproducir errores, habiendo de concluirse  que en la actual coyuntura la Carta Magna  vigente  tiene agotado su recorrido, siendo obligado arrancar ipso facto con ese auténtico proceso constituyente  que más allá de adecuarse a  composturas o giros constitucionales, cancele toda conexión con el pasado al efecto de articular sin dependencias un procedimiento  que conforme el  marco, social, económico y político más igualitario, equitativo y esencialmente democrático.

Siendo necesario para alcanzar el objetivo previsto, generar la hegemonía social  conveniente sin que la legitimidad  del referido proceso constituyente  pueda radicar en el poder político implantado en razón  a su baja intensidad democrática, a su tendencia bipartidista  y a su notoria exclusión  hacia la  participación ciudadana, resultando recomendable en  buena lógica,  mas que celebrar el día de la Constitución, aprender de los errores y de la experiencia de aquel diciembre del 78.