En junio 2012 ingresé a Hites CD Pudahuel como cualquier mortal a cumplir mi deber de entregar a este pais mi fuerza laboral y experiencia. Ahí comenzó un episodio de mi vida que creo digno de transcribir por sus matices e imponderables que tengo a bien anotar.
Siete meses trabajando con Hites me bastó para darme cuenta lo bajo en que puede caer una empresa y en lo facil que vulneran la ley.
Siete meses me bastaron. Fuí despedido por una jefa sin criterio, por no decir descriteriada, Maria Cecilia Berardi, fui despedido por el sólo hecho de no estar de acuerdo con la renta ofrecida luego de que se había ofrecida otra por ellos mismos. Es decir, no cumplen con lo que prometen, ese es un reflejo de lo que es la empresa Hites, por algo tienen los jefes que tienen.
Todo el mundo sabe que los jefes de una empresa no son mas que el reflejo de la empresa que representan.
A casi dos meses de mi despido (enero) no he recibido un peso por los dias trabajados, nada de indenmizacion, nada de nada. En la inspeccion del trabajo, organismo del Estado en donde se me comunica que debo esperar para ver si algo, repito, si algo se puedo hacer.
No puedo cobrar mi seguro de cesantía porque un mala clase de RRHH de Hites, Victor Melo, me dejó en los Sistemas como trabajador de Hites hasta mayo 2013, por lo tanto no puedo cobrar este beneficio, que tengo entendido es un derecho, según la ley y tampoco puedo ser contratado por otra empresa porque sería ilegal tener dos trabajos.
Que ironia, un cesante con dos trabajos. Solo se da en Chile.
En la inspeccion del Trabajo solo se lavan las manos con el simple argumento de que no es de competencia de ellos o esta fuera de ellos ver el tema, etc, etc.
Pregunta: para que está entonces la Inspección del Trabajo?
Tenía entendido que la función de la Inspección del trabajo era defender a los trabajadores de la omnipotencia de las grandes empresas, craso error, no es asi.
Al dia de hoy espero respuestas (y mi sueldo de enero) aún con la idea de que en este pais se hace justicia por los derechos de los trabajadores.

Cristian Diaz N.