(Del Libro. ESPAÑA. Cada Mochuelo a su “cazo”)
Diciembre. Prohibido ir a La Almunia de Doña Godina. 10-12-13.
En puerta de otras fiestas estas de la Navidad en la carretera A-220 que lleva a La Almunia de Doña Godina un tractor deja camino y corta al vehículo que circula con derecho por esta dirección.
Sin miramiento alguno el conductor del tractor (del latín trahere “tirar”) y no siendo de una plaza (iba acompañado) hace el cruce de carretera y enfila el camino de enfrente.
De resultas; la pericia del conductor del vehículo familiar consigue que el coche vaya a parar al campo en sentido opuesto con el consabido susto de los ocupantes.
El tractorista; no baja del mastodonte rojo y tras un amago de ralentizar continua camino.
La presencia de la Guardia Civil de Tráfico llegó y chofer y tractor se habían evaporado.
De aquel incidente el único que tuvo negativa consecuencia fue…
Que al paso de la ITV tuviera que cambiar ambos neumáticos el dueño del coche así como hacer el equilibrado. Con el intento de frenado los malparados fueron; dichos componentes del vehículo.
Y así acabo la cosa. Unos sinvergüenzas más de los que España tiene en cesto de champiñones fueron libres de toda responsabilidad y otro ciudadano avasallado; sin tener donde agarrarse. En este caso al volante.
La tonta conformación cuando la lotería no toca: Tenemos salud y eso vale mucho. Se repite en: ¡Gracias a Dios; no os ha pasado nada!
Martes. 10 de diciembre de 2013.
La Almunia de Doña Godina aunque en carretera distinta a la de Zaragoza; se encuentra a la mitad de kilómetros aproximadamente del lugar de partida. Lo que hace que en ocasiones decida la visita.
Cuenta con Tiendas diversas. Supermercados. Cafeterías. Sucursales bancarias. Tiene sus propias Actividades Culturales, Deportivas, Cine, Teatro. Con sus logrados siete mil habitantes no se puede decir que sea una barriada.
Hasta aquí lo conocido. Lo desconocido…
Una furgoneta blanca. Furgón más bien.
Roza el coche por su parte trasera.
El aviso para el conductor de reparto (por lo menos de roces) no sirvió de nada. En su salida no hace atención al coche parado.
La negativa a redactar parte de responsabilidad mueve llamada a las Autoridades.
El chofer que debió avenirse puesto que para ello están los Seguros. No paró de gritar maleducadamente y en continua negativa a hacerse responsable.
Por estar en el acotado de un supermercado y en un ir y venir sin parar de coches los malos modales del chofer infractor atraían la mirada de quienes llegaban al comercio.
Poco acostumbrado el chofer del coche de familia a tales abusos y griterío empezó a sentirse agobiado. A decisión suya y acompañante; decidieron dejar el lugar y desearle todo el mal que por la boca escupía para el solo.
Ya en la avenida el coche de la Policía Municipal.
Una vez parado… Seguía con su desagradable; que no había sucedido nada (pero el coche sí que se resiente de rasponazos).
Uno se dice a pasado y en frio…
¿Para qué están las Compañías Aseguradoras y sus Técnicos?
Quienes en realidad han de ser los que dan opinión mirando el coche agredido.
Una vez más… El sinvergüenza campa y poco o mucho siempre habrá un español honesto perjudicado.
Justo en el momento de marcharse pregunta…
¿Quiere que haga el parte?
¿En qué parte darle…?
Todo lo que queda para el conductor del coche nuevamente agredido es la matricula de un caradura que de momento ha tenido suerte.
¡Felices Fiestas!
Para el Año Nuevo quizás La Almunia de Doña Godina.
Carmen Amigó y Pérez-Mongay