(Del Libro «Crónicas de Borrador»)
Sin olvidar balcones y macetas.
Es el todo para cultivo de plantas de marihuana y no viene del hoy sino del ayer.
Instalaciones las… mantenidas.
Doña Margarita una dama de la media sociedad se siente encantada con su vecino de enfrente. El recinto donde viven es edificio rectangular. En sus lados interiores goza (para obtener distancia entre vecinos) de un patio abierto.
Patio de buena dimensión ajardinado.
¿Han pensado ustedes que es el jardín tema de plantación?
¡No!
Doña Margarita en hora puntual se asoma a la ventana de su dormitorio con esperanza de ver aparecer el admirado vecino.
Regadera en mano el muchacho refresca con cuidado las plantuelas ahora ya creciditas.
La comidilla se armó tras el abandono del comedor estrella del inmueble residencial; de la dama zarza. Para los menos margarita.
Por milésima vez les había relatado la historia del joven vecino que tanto ama sus plantas. Macetas.
¡Es maravilloso!
¡Como las mima cada día con el riego y baja el toldo en días de intenso calor! y a medida que crecen las poda. Aunque vuelven a crecer igual de verdes y lozanas.
Aburrido el auditorio de la parlanchina en varias ocasiones quisieron decir lo que pensaban del tal jovenzano. Su tío que venía de familia metida en política (al que le tenían antojo) les llevaba a paralizar la decisión por el llamado temor español mal entendido.
¡Hoy… Se ha pasado!
Daniela la viuda de un funcionario de aguas y montes no pudo aguantar enfado.
-Si vosotros queréis seguir callando… ¡Hacedlo! Pero a esa flor del quiero no quiero; le voy a decir que su admirador lo que tiene en el alfeizar de la ventana son…
Plantas de marihuana.
POSIBILIDAD SEGUNDA.
La Viuda de Don Valentín el alguacil falleció hacía seis meses. Su casa en el casco antiguo de la Ciudad es de buenas dimensiones. Conserva la caballeriza y el patio jardín (tierra de labor) mientras vivió Don Valentín fue trabajado en huerto.
No tenían hijos. Lo más cercano sobrinos.
Los meses han pasado y la casa cerrada a cal y canto no había sido visitada hasta que…
Martes trece de marzo. Vero su sobrina. Que prácticamente se había criado con ellos y a petición de su hermano decide ir a la casa. A sabiendas de que la tía estaba muerta y los muertos no aparecen; no dejaba de temer “por si acaso”.
Su hermano soltero al levantarse le dijo: Ve a casa de la Tía pues necesitamos la documentación que se encuentra en la cómoda de la habitación alta.
Vero armándose de ánimo; decidió llegarse.
Una vez en el interior el recorrido fue rápido. Sube a la habitación. Toma del cajón una caja donde su tía guardaba la documentación y al ir a bajar la persiana…
¡Señor Jesús…! Pero cuanto han crecido las hierbas en el jardín.
En el espacio exterior Vero se encuentra con una sorpresa. Alguien les había plantado Mahiruana.
La historia acaba con denuncia en el Cuartel de la Guardia Civil.
¿Quién o quiénes los cultivadores asalta vivienda?
DONDE SON DOS SON TRES.
Las nuevas viviendas tan a la moda con jardín incluido dan posibilidades. Es el caso del de Dama Constanza. Dama de constancia conocida; para meterse en fregados gruesos.
Venidos del centro español todo presagiaba una familia con suerte. Negociantes en mercaderías los años van a ponerlos en picota como posibles malandrines.
Tanto entra… Tanto sale… Tanto que no les llega.
Varias las añagazas con llamada y condena. De cabeza jirafa. De café en tertulia… ¿con afines? Nada les impide baile o festejo donde corre euforia.
Nada les atraganta en una comunidad que comparte sus devaneos y fuma…
La vecindad ¿sabe…?
Y calla.
Que en el jardín de los leoninos crece marihuana.
¿Y también corre…?
Es harina de otro costal. Nuez y almendra.
Carmen Amigó y Pérez-Mongay