El virus del ébola llego a España hace cuestión de pocos meses, provocando así, varios infectados, mientras que dos misioneros españoles han muerto por la enfermedad. Este hecho ha causado mucha polémica, debido a que parte de la opinión pública, cuestiona si la decisión del gobierno de repatriarlos ha sido o no la correcta. Gracias a la gran cantidad de recursos que tenemos en nuestro país, ha sido posible paliar la enfermedad, controlarla, regularla e incluso curarla, como ha ocurrido con Teresa, la enfermera infectada por el virus. Ahora, el gobierno español, pretende aumentar las medidas de seguridad en los aeropuertos y puntos de entrada a España, para impedir que entre en territorio español cualquier persona infectada.

Estas medidas suponen un gran gasto para nuestro país. El problema está en que, gastarnos esta gran cantidad de dinero en llevar a cabo y aumentar las medidas y protocolos de seguridad, no va a solucionar el problema, puesto que el foco de este virus es África, donde la epidemia de ébola avanza de forma imparable y a gran velocidad, ya que no disponen de los recursos económicos ni sanitarios necesarios para curar la enfermedad y evitar la expansión del virus. Y ese es el verdadero problema, un problema que debería solucionarse, ya que el primer caso de ébola se produjo en África en 1976 y desde entonces hasta ahora, no ha removido conciencias, hasta que el virus a llegado a los países desarrollados. Es ahora, cuando los gobiernos se movilizan y comienzan a tomar medidas al respecto. Por último, me pregunto si vale lo mismo la vida de un africano que la de un europeo y si cuando remitan los casos de ébola en Europa, EEUU, etc, alguien se acodará de las personas que mueren cada día por el virus del ébola en África.

Carla Fernández.