El universo digital nos expone a posibles situaciones de manipulación y acoso, haciéndonos cuestionar la seguridad de internet. Ahora, ¿estos peligros en línea son realmente nuevos?

Históricamente, infinidad de personas con poder perpetraron secuestros, torturas, robos y asesinatos; actos que requirieron de estrategias manipulativas sin que existiera Internet. Entonces, ¿hay diferencia entre los peligros de hoy y los de ayer o, simplemente, encontramos otra justificación para nuestras miserias humanas?

El fenómeno del ciberacoso es innegable y su impacto en la juventud es preocupante. Sin embargo, su causa no es la tecnología. El tema debe abordarse desde una perspectiva que no se base solo en criticar a las nuevas generaciones.

Las amenazas han estado en las calles, en los hogares, en las escuelas, en las iglesias y, actualmente, también en línea. Mentiras, abusos y violencia forman parte de nuestra historia. Internet es una herramienta más con la que podemos construir o destruir, y que muchas personas utilizan para promover amor y respeto, dando visibilidad a quienes antes se ocultaban, precisamente, para protegerse de la violencia que hoy atribuimos a las tecnologías.

Está en nuestras manos ser el cambio que queremos ver en el mundo, tanto en línea como fuera de ella.