Cartas al Director

Tu voz en la Red

sábado

11

julio 2015

0

COMMENTS

Austeridad: El fracaso de la solución

Publicado por , Posteado enOpinión

Con Alemania desempeñando la función de gendarme político de la austeridad y el neoliberalismo interpretando el papel protagonista, no solo será el euro el que esté en peligro sino también el futuro de la propia Unión Europea

Digamos que sirve para validar en el contexto  de la Unión  el gran negocio de especulación financiera que tiene instaurado la Káiser  Merkel en  mayor o menor  detrimento  del resto de los países miembro, pero  la austeridad por sí sola, no es para nada   la fórmula adecuada  para salir de la crisis, y eso resulta  así  de evidente ya que la propia  realidad  de su aplicación difiere en lo sustancial  de la teoría  de  sus postulados,   por mas que  la canciller en su cerrazón   rechace  el hecho cierto de su disfuncionalidad y siga manteniendo  la  imposición de su vigencia  al igual que su negativa a aceptar un cambio de solución,   y todo con el único afán,   de hacer  perseverar  su supremacía e imponer de ese modo  que  el resto  de sus socios europeos  hayan de renunciar a su idiosincrasia  y se vean   forzados a asumir como propias las pautas impuestas desde el  país  teutón.

La narrativa  de Europa se ha de escribir de otra manera,   por cuanto,   después de una década de utilización continuada del recetario de  sello alemán, la  mejoría  resultante de la austeridad  en modo alguno  se ha dejado notar, mas bien al contrario,   de seguir  atrincherados en sus políticas y no reconducir la situación,   los países de la Unión en su conjunto  corren el riesgo  de sumirse  en una crisis existencial; por  resultar un anacronismo tratar con disciplina prusiana   el control del déficit y la deuda, al tiempo de  relegar a  un segundo plano la aplicación de las necesarias  medidas de   crecimiento y generación de empleo.

Desajuste, con el que  difícilmente se podrán reducir  los desequilibrios  que  se dicen combatir, siendo por eso  que contra todo pronóstico oficialista,   la austeridad, como receta de reactivación no funcionará mientras el sistema financiero no actúe en clave de crecimiento, y toda decisión  opuesta, por equivocada, no hará  mas que agravar la situación hasta el extremo de conducirnos  a una nueva contracción.

Pero eso en Berlín  no  preocupa lo mas mínimo, pues como queda dicho, las políticas de austeridad que el gobierno alemán presidido por la canciller Angela Merkel está imponiendo a los países periféricos de la Eurozona reporta pingües beneficios tanto a la banca como al propio Estado alemán, y eso por el pernicioso  efecto repercutido en la crisis de los países subordinados,   que  afectados por las medidas de austeridad  ven acentuado su índice  de desconfianza ante los mercados; un efecto desestabilizador  que además  de disparar  los intereses de sus respectivas  deudas, contribuye  a que el bono alemán  se convierta en un depósito seguro,   y que en razón a ello,   el  flujo de capitales hacia su  sistema financiero sea preferente, con el agravante añadido  que tal dominio se ha establecido a costa de perjudicar a una gran mayoría  de los  países miembro.

Dinámica de confrontación que  no solo causa  los desequilibrios económicos  antedichos, sino que tras las  políticas de austeridad por su trasfondo  de insolidaridad, se vislumbra la destrucción  a pasos agigantados del  muy debilitado marco de cohesión, acentuando con ello  el efecto  de  su principal repercusión,   que no resulta ser otro  que el cuestionamiento  de la viabilidad de la Unión Europea como tal,   pues la idea de la  unidad necesita algo más que retórica y buenas intenciones de permanecer juntos, por cuanto su consecución no será factible  si no se aplica la receta debida  con que poner punto final a   las controvertidas desigualdades existentes, por depender de ello  la supervivencia o el fracaso de Europa.

Encasillar indebidamente a las gentes del sur, tratándolos como unos derrochadores que se excedieron en nivel viviendo por encima de sus posibilidades:

Por eso, contrariamente a la recurrente tesis germánica,   se ha de insistir  diciendo   que el verdadero origen de la actual situación económica  en el marco de la Unión,   tiene su motivación  en   el rescate masivo del  sector financiero,   y no como indebidamente se intenta  hacer creer, al afirmar, que obedece   a   un gasto excesivo por parte del sector público en los países del sur de Europa.

Toda una interpretación  sesgada de la crisis, realizada a propio intento con la mala  intención de encasillar  indebidamente a las gentes del sur,   tratándolos como  unos derrochadores que se excedieron en nivel viviendo por encima de sus  posibilidades,  y que en razón a ello,   ahora están obligados a redimir  sus demasías plegándose a la penitencia de la austeridad.

En razón a ello, cumple  finalizar confirmando   que después de su largo período de aplicación,   y a la vista  de los nefastos resultados cosechados, no queda  otra  que sentenciar    que la austeridad  ha fracasado estrepitosamente,   por mas que la canciller Merkel y demás lideres defensores  de su aplicación  continúen negando esa realidad sobre una teoría que está desacreditadadesde mucho tiempo atrás, y cuyo desastre resulta total y absoluto como pone de manifiesto el generalizado  estancamiento  de la inmensa mayoría  de las  economías de la Unión Europea  y muy especialmente  la continuidad del desempleo como principal víctima  del naufragio.

Siendo obligado  erradicar su continuidad, que    irremediablemente pasa  por mudar en las urnas la representación política otorgando una apuesta por el cambio,   que debe recaer en hombres y mujeres de refresco,   que alternativamente,   opten por la senda de un crecimiento inclusivo que favorezca la reactivación económica  y el rescate de la sociedad en su conjunto .

Y todo, al margen que el Rajoy de turno  venga a falsificar la realidad  contándonos  la fantasía  de la  versión contraria

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *