Cartas al Director

Catedrático de Ciencias Políticas, ejemplo de evolución objetiva, prudente y respetuosa.

He leído la entrevista publicada en el diario EL ESPAÑOL. Sin ser de su onda, políticamente hablando, he de reconocer su clarividencia, su alta intelectualidad, su equidistancia realista y su condena firme de personas, actos y formas cuando no respetan la libertad ideológica de los demás.

No me han gustado sus términos cuando habla de Mariano Rajoy, aunque estoy de acuerdo en que debería haber actuado de otra manera. El tiempo juzgará todo de él, lo político, lo económico y su posible problema de vista….

Decir, sabiendo que muchísimas personas sólo leen titulares, que el Presidente del Gobierno es “protector de la corrupción” me parece poco prudente y no muy justo; decir, igualmente, que es una “desgracia colectiva” es caer en el mismo discurso de la negación del contrario y de todos sus votantes, que, a pesar de los problemas, siguen apoyando su forma de actuar, sin duda mejorable.

Me ha encantado su claridad al confesar, sin reparos, que un “gobierno del cambio”, sin descripción de objetivos, medidas y medios es una utopía engañosa y poco honrada.

Para termina, señor Elorza, comentarle que las decisiones profesionales o políticas, son, precisamente, decisiones relativas, circunstanciales, nunca absolutistas porque si fueran así estaríamos hablando de regímenes totalitarios. Aquí, gracias a Dios o gracias a los dioses, cada cuatro años, si somos buenos, hay elecciones; si somos tontos, puede que cada seis meses.

Dicho todo eso, señor Elorza, muchas gracias por su intelectualidad objetiva y ecuánime.