África: Un desgarro cruel
Publicado por rafagutierrez, Posteado enartículo personal, Opinión
Es muy, muy bueno tomar conciencia de la importancia que tiene apoyar con todos los medios disponibles a las personas más necesitadas del planeta; y por supuesto una de las zonas más desprotegidas es África. África tiene infinidad de problemas de todo tipo y todos muy, muy graves. En ese continente la muerte afecta innecesariamente a millones de niños y adultos jóvenes. Las mujeres y las niñas también sufren por el solo hecho de ser mujer, contra ellas se cometen atrocidades que no tienen sentido ya en este siglo, pues con los medios que ahí se podrían erradicar; esto realmente no se comprende que suceda. La desnutrición es otra causa habitual de muerte en las personas de este continente. Las enfermedades también son un problema por la falta de medios económicos, sanitarios, sociales etcétera. La incultura es otro gravísimo problema. El mundo tiene que tomar conciencia con más fuerza de las necesidades de todos los seres humanos. Hay alimentos para todos, hay medicinas para todos, hay personas para resolver todo tipo de problemas, hay voluntarios, hay ONG, hay deseos y soluciones; pero no hay voluntad de arreglar los tremendos desajustes económicos que hay en el mundo. Los ricos quieren ser más ricos, los ladrones más ladrones, los burgueses más burgueses, los comodones más comodones, los indiferentes más indiferentes, los avariciosos más avariciosos, los que miran para otro lado cada vez son o somos más; y los países ricos dan: pero poco, poco, poco y las organizaciones internacionales se mueven lentamente, despiadadamente lentas; y mientras la muerte sigue llamando a la puerta de millones de personas, personas que están acostumbradas ya a tan tremenda injusticia. Hay en nuestro mundo un desgarro cruel, los de aquellos: que viendo no ven, que oyendo no oyen, que sintiendo no sienten. Son muchos por desgracia los que tienen mucho pero tienen el corazón podrido, y con esos y también con nuestra incompetencia antisolidaria y antisocial, el mundo sigue apalancado entre la muerte innecesaria de muchos y la abundancia inhumana de otros que por desgracia también son muchos.