Acto vandálico en el Santuario de Linarejos.
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
El acto vandálico que tuvo lugar el día de Navidad a las diez de la mañana en el santuario de la Virgen de Linarejos, de Linares. Jaén, nos demuestra una vez más la persecución que sufrimos los cristianos de esta época en muchos lugares de España.
El mismo día de una de las fiestas principales de los cristianos el niño Jesús de ese santuario es extraído y golpeado en el atrio del mismo.
El laicismo imperante ya va unido a la persecución religiosa, a la violencia contra los católicos, así como a la profanación de lugares y objetos sagrados. Es innegable que el odio recalcitrante contra la iglesia de otros tiempos está volviendo a resurgir con las graves consecuencias que esto conlleva, dado el alto número de católicos y la funesta maldad de algunos de los sectores contrarios a la iglesia.
Algunos incluso quizás pretendan que estos actos proliferen y empiecen a encender la llama de la discordia en España, lo cual traería consigo la desunión y la desestabilización del país, y tras ello la ruptura del sistema democrático. Y una vez en estas circunstancias llegaría la entrada de fuerzas con sello anticlerical y ateo, y con visión marxista y por lo tanto dictatorial y comunista que tomarían el poder y llevarían a España a un populismo intrínsecamente destructor y genocida. Lógicamente esto no tiene por qué suceder, pero ya hay grupos a los que interesa que suceda para crear su propio hábitat de vida acorde con su ideología.
Lo que está claro es que los cristianos y la gente de bien no podemos quedarnos cruzados de brazos ante la avalancha del vandalismo y del ateísmo activo, destructor y violento; pues si lo hacemos así, en breve tiempo, podríamos quedar convertidos en cenizas en una sociedad en la que, en diversos sectores, impera la corrupción y unas formas de vida totalmente diferentes a la visión cristiana.
Ya desgraciadamente la vida política está impregnada de estas funestas tendencias y para ello solamente tenemos que contemplar atentamente la realidad, no son mayoría pero sí hacen mucho ruido y son muy eficaces en cuanto a los medios propagandísticos que utilizan; en muchos casos la destrucción se vende fácilmente, pues es más difícil construir, avanzar y mejorar que destruir y aniquilar.
Estemos muy alerta pues la paz, la libertad, la democracia y la estabilidad política y social está en nuestras manos, pero no en nuestra dejadez, en nuestra desidia y en nuestro abandono. Hoy ya no vale: “¡Ya lo harán otros¡” ¿Pues los otros quiénes son?