Cartas al Director

El día 9 de noviembre a las 12:30 tuvo lugar en la Santa Iglesia Catedral de Granada una Eucaristía en Acción de Gracias por la beatificación de Álvaro del Portillo. Dicha celebración ha sido presidida por el Arzobispo de la diócesis de Granada Don Javier Martínez que estaba acompañado por el Vicario del Opus Dei de Granada Don Javier Palos y diversos sacerdotes de la Prelatura y de la Diócesis.

Una de las características primordiales que ha tenido el acto ha sido la masiva asistencia de personas, siendo relevante, como en otras ocasiones, la asistencia de jóvenes y familias con niños pequeños. Muchos de los asistentes se han acercado a recibir el sacramento de la penitencia o de la reconciliación y muchos de ellos también han sido los que han recibido con amor a Jesús Sacramentado.

Los niños han dado colorido a la fiesta y el Coro de Voces Blancas ha llenado de recogimiento y amor a Jesús este sagrado recinto.

En la homilía, el Arzobispo Javier ha ensalzado la figura del Beato Álvaro y ha señalado y destacado primordialmente su humildad y su fidelidad. Álvaro un hombre de Dios. Álvaro un ejemplo de mansedumbre. Álvaro un seguidor entusiasta de Jesucristo. Ha indicado también que ha tenido la fortuna de estar con él en varias ocasiones, pero que siempre había sido por breves momentos.

Y para finalizar quiero resaltar la huella que en esta celebración sencilla y festiva han dejado en especial todos los asistentes y en particular el Opus Dei como organizador de esta singular Acción de Gracias. Era una deuda de gratitud con este amadísimo Beato.

La familia, los jóvenes, los sacramentos, el respeto a lo sagrado, el amor a la Iglesia, el saber estar con dignidad, el amor a Jesucristo, la veneración a la santísima Virgen y a los Santos, la alegría, la oración intensa, el trabajo realizado con perfección, esa es la implacable huella de los que saben: el por qué y el para qué de sus vidas.

Desde el sagrado lugar de la Abadía del Sacromonte, adentrándonos en los escondrijos de esas catacumbas milenarias, también se oyen esas mismas voces, es San Cecilio que desde el cielo nos recuerda la trascendente firmeza con la que hemos de ser fieles a Jesucristo y a su Iglesia; siempre a ejemplo de los Santos y siguiendo valientemente las pisadas de los Apóstoles.

Y como colofón indicar que el Beato Álvaro es pilar fundamental en el carisma de la perfección en el camino del amor. Su mensaje alumbra a todos dentro y fuera del Opus Dei. Su ejemplo vivificador: llena de luz y esperanza el corazón, tan necesitado siempre, de todo ser humano.

Granada en múltiples ocasiones ha sabido apreciar los carismas de este Beato del siglo XX. De 1914 a 1994. Y muchos han sido los que siempre han acudido a todas las actividades organizadas en su memoria, a sabiendas de los frutos de santidad que durante su vida en la tierra ha esparcido generosamente este santo y humilde sacerdote de Jesucristo.