Cartas al Director

Tu voz en la Red

sábado

17

septiembre 2016

0

COMMENTS

Acariciando el alma

Publicado por , Posteado enOpinión

A la Santa Madre Teresa de Calcuta le gustaba decir refiriéndose al trato con los demás allí en Calcuta: “Tal vez no hablo su idioma, pero al menos les puedo sonreír”.

bailar-es-sonar-con-los-pies-mientras-el-alma-sonrie

Bailar es soñar con los pies mientras que el alma sonríe

Recuerdo una anécdota de la Madre Teresa que me conmovió, en una ocasión, -cuenta ella- se encontró con una mujer muy enferma, moribunda. Madre Teresa, al verla en ese estado, sabía que no podía ya hacer nada por ella; y la cogió en sus brazos con ternura y le decía al oído, delicadamente: “Te quiero” “Te quiero” y aquella mujer sonreía e insistía, apenas sin fuerzas, dígamelo usted otra vez, y la Madre Teresa repetía: “Te quiero” “Te quiero” y en un breve tiempo, mirando a la Madre Teresa, murió.

Murió acompañada de aquel fuerte abrazo de la Madre Teresa y de ese “Te quiero” continuado y lleno de cariño. Quizás a aquella mujer hacia muchos, muchos años que nadie le había dicho te quiero. La Santa le hizo ese último y gran regalo y la mujer le regaló el amable destello de su fugaz sonrisa. Y dice la Santa: murió, pero dentro de su extrema situación lo hizo dulcemente, en paz y con un ligero atisbo de felicidad.

La dulzura, las caricias, el trato amable, el cariño con la gente, la delicadeza con los demás, la simpatía, el afecto, la ternura, los gestos suaves. Toda esta armonía placentera ha de formar parte de nuestro trato habitual con los demás. Habrá mucha gente a lo largo de nuestras vidas que tratemos muy poco; pero siempre se podrán llevar, como un regalo nuestro: una dulce sonrisa, una palabra amable, un detalle de cariño; o por el contrario se podrá llevar un reproche o un exabrupto o una palabra de desprecio o la frialdad de nuestra indiferencia.

madre2El papa Francisco, qué vive utilizando como valioso instrumento con los demás la amabilidad y la delicadeza, nos dice insistentemente que tenemos que llevar a cabo la revolución de la ternura. Una revolución de la que tan necesitada esta nuestra sociedad.

Hoy por desgracia hacemos que la convivencia sea difícil, desagradable, ineficaz y, en muchas ocasiones, violenta. Y esto sucede: en la familia, entre los vecinos, en el lugar de trabajo, en las reuniones de diversión. En muchas ocasiones acaba apareciendo: la complicación, el desacuerdo, la palabra malsonante, el insulto, las voces que rompen el diálogo y la cordura.

San Josemaría decía que, en algunas ocasiones, la caridad más que en dar estaba en comprender. Comprender algunas veces es muy difícil, otras veces lamentablemente casi imposible.

imagesY los obstáculos son principalmente: el egoísmo, el orgullo, la soberbia … Y al no querer comprender, el dialogo se enturbia, la convivencia se obstaculiza y las relaciones se rompen.

Y se distancian los hermanos, y se distancian los compañeros de trabajo, y se distancian las familias, y se distancian los más allegados; y se pierde el cariño, y se pierde la delicadeza en el trato, y se pierde el diálogo y el respeto. Y se llega: a actitudes groseras, a actitudes agresivas y a actitudes violentas, y aquí hago referencia a pequeñas sociedades; si esto pasa en sociedades de multitudes se llega: a la falta de entendimiento, al caos social, a la desunión, a la guerra y a la muerte.

Cuando se enfrían las relaciones entre las personas, cuando se enturbia el ambiente aparece la discordia y se diluye la paz. Y aparece el odio. Y vienen los enfrentamientos, las disputadas y la violencia callejera.

Por eso es imprescindible hacer caso del consejo de los Santos y de los humildes; hacer caso de aquellas personas que han sabido vivir con cariño la fraternidad, la concordia y el amor.

frases-que-acarician-el-alma-por-ser-bonitas-2Hagamos caso al inigualable mensaje de la Madre Teresa de Calcuta que el día cuatro de septiembre fue canonizada por el papa Francisco. La Madre Teresa vivía con extrema plenitud el lenguaje del amor, y por eso incluso en las circunstancias más desfavorables encontraba ocasiones para entregarse a los demás. Francisco y Teresa son “héroes” en un mundo corrupto, usurero, materialista, lujurioso, desleal, egoísta y consumista. Un mundo que tan alejado esta de la dignidad, de la grandeza y del verdadero misterio y significado del ser humano.

¡Pero ese mundo! ¡Ese mundo podrido y envenenado! ¡Ese mundo tuyo y  mío! hemos de cambiarlo, para que -en él- efectivamente se pueda vivir: la revolución de la ternura, el lenguaje del amor y la cultura de la generosidad.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *