Cartas al Director

Señor Director:

Es conocido que desde sus inicios, el teléfono celular nos ha servido y ha sido utilizado por nosotros como forma de comunicación inalámbrica para el desarrollo de diversas actividades dentro de la vida cotidiana, pero me llevo a cuestionarme, ¿es a caso la gran evolución que estos han tenido, lo que nos ha llevado a tener una mala y excesiva dependencia  por nuestros teléfonos celulares?

En un principio solíamos usar nuestros celulares solo para llamar, pero a demás de esto, no cualquiera podía tener un celular, a diferencia de hoy en día en que son accesibles casi para toda la población, por lo que nos lleva a sentir que es casi raro que alguien no tenga un celular, por más básico que este pueda ser, generando así algunas veces discriminación entre las personas por el tipo de celular que cada uno posee.

 Pero ya tomando en cuenta la posibilidad del poder poseer un celular, es cuando debemos aceptar y reconocer que este ha pasado a ser un elemento de distracción y casi indispensable para nosotros, ya sea un estudiante o un trabajador, es por esto que recientemente, a fines del 2013, la facultad de comunicación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, realizo un estudio en el cual se identifico que el 76% de los jóvenes chilenos  asumían una clara dependencia en cuanto al uso de Smartphone.

A la vez el continuo y obsesivo uso de los teléfonos celulares, pasa a ser un motivo por el cual el individuo se aleja de la realidad de su entorno, siendo perjudicial para su desenvolvimiento social, afectando su comportamiento y convivencia con sus pares.

Por esto y muchas más razones de peso debemos comenzar a admitir que,  aunque el teléfono celular nos sea bastante útil para ciertas circunstancias, este en algún momento nos supera y pasa a ser lo único más relevante para nosotros, es por esto que se debería regular y controlar el mal uso y abuso que hacemos de nuestros teléfonos celulares.

Isidora Paz Lillo Verdugo

Colegio Alberto Pérez

Tercero Medio B