A los directores de las cadenas de TV
Publicado por trigloquideo, Posteado enOpinión, Televisión, Medios de Comunicación
Estamos en una crisis generalizada en todos los aspectos de la vida, excepto en el futbol, pero en el más importante de todos, la educación, la crisis es tal que todos los ministros del ramo desde la segunda república deberían haber ingresado en prisión al año de ocupar el cargo, y haberse quedado allí hasta su muerte por ineptos, incompetentes y perjudiciales para la sociedad, el peor es el actual Sr. Wert.
Los medios de comunicación, sobre todo la televisión, el medio más influyente en la actualidad, en lugar de cumplir su misión, colabora de un modo muy eficaz y con una dedicación digna de un mejor objetivo, a la mala educación de los españoles, pondré tres ejemplos, que creo son los más frecuentes, no pondré más para no hacer esto excesivamente largo.
Hace unos días la presentadora de un programa entró en el plató saludando a los presentes con la siguiente expresión “¿cómo estamos?”.
Dando una noticia de violencia de género el/la locutor/a (no recuerdo si era un hombre ó una mujer) dijo que el “marido la había dado una paliza” a su mujer.
Hablando del tiempo en EEUU, la corresponsal dijo que se había llegado a una temperatura de “menos _____ grados bajo cero” y que se preveía se alcanzasen los “menos 35 grados bajo cero”.
Dejo a su criterio determinar cuáles son las expresiones correctas, y las medidas a tomar para evitarlas, pero en mi opinión, el profesional que cometiese estos ataques al idioma, debería sufrir una severa sanción, por ejemplo un mes de suspensión de empleo y sueldo, pero lo más importante es la corrección del daño ocasionado, dando en el mismo programa en la siguiente edición un comunicado similar a esto “En el anterior programa dijimos “esto”, expresión incorrecta, deberíamos haber dicho “esto”, y explicado el error.
No creo que me hagan caso, a fin de cuentas a nadie le gusta reconocer sus errores en público, no se le concede a estas cosas de la educación ninguna importancia y además en este país es muy poca la gente que cumple íntegramente con su obligación, sobre todo entre los que ocupan altos cargos, ministros, directores generales, presidentes y gerentes de empresas etc. hay toda una cultura que lo disculpa y justifica.
Atentamente.
Manuel Cabellos
Puertollano