Cartas al Director

En el mundo actual aún son muchas las injusticias que se cometen contra la mujer. Hay países en los que las atrocidades que tienen que sufrir son verdaderamente tremendas e incluso espeluznantes, y crueles en muchos casos.

En España, en concreto, aún hay desigualdades:

• En el trabajo, en la vida familiar y en la sociedad.

Estas desigualdades van aumentando en gravedad y en número conforme disminuye su condición económica y social.

En el mundo son clamorosas estas situaciones de desigualdad, que empiezan por las niñas:

• A las niñas que en muchos lugares se les prohíbe ir a la escuela, con todo lo que esto supone de:
  • Analfabetismo, incultura, pobreza, sumisión, marginación social …

Otro caso tremendamente injusto es la esclavitud que hay en tantos lugares:

• Esclavitud que empieza ya desde la infancia y en el caso de las mujeres continúa, aún más, en edad adulta.
• La mujer aún carece de derechos básicos en muchos lugares del mundo.
• En otros lugares son simplemente y fundamentalmente objeto de placer sexual, y se compran y se venden como simples artículos con los que se negocia despiadadamente.

En áfrica ahí aún muchos países en los que:

• Se sigue practicando la extirpación del clítoris, una práctica atroz y sin sentido en este tiempo, pero que se practica provocando sufrimiento y secuelas irreversibles para la mujer durante toda su vida; y se practica por las mismas familias como un rito costumbrista y tradicional.

También sigue siendo una práctica extendida en distintos y amplios lugares del planeta:

• El burka, que es otro objeto de sumisión, y a todas luces injusto y humillante.

Otra cuestión es el  matrimonio de las niñas a corta edad, diez años, doce años….:

• El  matrimonio de las niñas es pactado en muchos casos por sus mismos padres para obtener determinadas prebendas o beneficios; en estos matrimonios las niñas las casan con personas bastante mayores incluso, y sucede que algunas llegan a morir por la forma agresiva y violenta con la que realizan sus conyugues el acto sexual; estas niña son sometidas a pruebas terribles y crueles en muchos casos.

Existen otras muchas injusticias, por ejemplo en el plano familiar en el que ellas están sometidas totalmente a las indicaciones y a las órdenes de sus maridos.

La inferioridad de la mujer en el mundo es todavía una realidad y por lo tanto conviene que cada uno tomemos conciencia y procuremos en la medida de nuestras posibilidades erradicar todo esto que impide que los Derechos Humanos sean una realidad para todos y en todos los lugares.