24 M: Conocer el percal
Publicado por galdo-fonte, Posteado enOpinión
En razón al estado de involución generalizada que padece el país, en vía de regeneración, los comicios del 24 de Mayo, además de cumplir su propia finalidad electoral, deben funcionar como acicate propiciatorio para el cambio necesario
Ya metidos en víspera electoral y estar a las puertas los comicios, las sastrerías de la política tienen a todos sus modistos volcados en cambiar su propio ‘look’, con el propósito de seguir confundiendo al electorado, vendiéndoles como traje a medida y del mejor paño lo que resulta ser un prêt-à-porter de pacotilla, y ello por su desencuentro con la realidad, al no asumir que la mentira mas estúpida de un político es aquella con la que se engaña a sí mismo en su intento de engañar a los demás; tendencia que se acentúa cuando como ahora, la crisis de la democracia se hace dueña de la situación, y ante tal acontecer, los ciudadanos pierden toda fe en el hacer político para instalarse en la incredulidad, a la vez de tomar el control escénico del país y convertirse en expertos conocedores del percal.
Siendo casualmente esa percepción, el factor concluyente para determinar que la función política en nuestro país atiende a la coexistencia de un entremezclado variopinto de neoloberalismo, corrupción, austeridad y nepotismo, que en su conjunto por degradación, fue la causa directa del estado de pudrición al que ha llegado la democracia española como consecuencia de la miseria moral de su clase política, que por el mal uso de su rol dirigente, no dudó en transgredir el mandato de las urnas frustrando la voluntad mayoritaria de los electores al utilizar su sufragio en su propio perjuicio, y por tanto, en ventaja efectiva de quien aprovechando la coyuntura tomó tajada del triunfo electoral sin tan siquiera concurrir a las elecciones.
Prerrogativa otorgada a la burguesía financiera, quien a pesar de su enemistad hacia la democracia y el Estado de Derecho, tuvo en su haber el papel determinante al ostentar la jerarquía de tutela y control sobre el bipartidismo político.
Es por eso que si los electores conocieran debidamente el percal, sabrían de antemano que el último deseo de esa élite financiera sería que en el país se diese una regeneración democrática, y por eso, a sabiendas que sus consideraciones son ordenes para sus subyugados políticos, al margen de la pura práctica de salvaguarda testimonial, el bipartidismo corrupto no será quien de rehabilitar el sistema en consonancia a una realidad institucional asociada a la regeneración democrática que por higiene exige mas que nunca la degradante situación política que vive el país.
Imposibilidad propiciada por la anómala correlación de fuerzas en la cúpula dirigente de las organizaciones políticas, donde el dominio de los sinvergüenzas impone su mayoría adúltera y la confrontación ética acaba por forzar el abandono a la minoría decente, convirtiendo definitivamente el sistema de partidos en áreas de poder mas acordes a las colusiones mafiosas y las tramas ocultas que expresivas de una concepción democrática de la política, sobre la que por tanto, no caben discursos moralizantes, ni recurrentes tópicos sobre su regeneración, ni tampoco, proponer la inconsecuencia de una ley de tránsito como terapia.
El bipartidismo, en vez de promover la expurga y expulsión de sus imputados, decide reafirmarlos en el cargo y negar la corrupción
Pues el verdadero problema reside en el comportamiento de una clase política que nacida para servir al Estado, lo está devorando gradualmente, y esa tendencia a la voracidad que lleva a la profesionalización corporativa de la política y sustrae progresivamente la participación ciudadana, por si misma, viene a confirmar que solo desde las urnas seremos capaces de revertir la envolvente situación de deterioro.
De ahí que en un país como el nuestro, que huele mas a podrido que la Dinamarca de Hamlet, para erradicar tal pestilencia, y optimizar el nivel ambiental para dar cabida a una democracia saneada, no queda otra que aniquilar su factor causante, cuya motivación de sobras conocida, tiene en la corrupción política su verdadero genoma, y que por tanto, escasa solución puede aportar la aplicación del marco legal, cuando paradójicamente, son los propios legisladores los mas directos implicados y los casos Gurtel y EREs un ejemplo práctico de tal afirmación.
Y así mientras los efectos se prodigan por doquier, .los aparatos de los partidos del bipartidismo tocados por los escándalos, en vez de promover la expurga y expulsión de los imputados, deciden reafirmar en el cargo a todo tipo de personajes siniestros que completan el agrupado de la corrupción, y que en la mayoría de los casos, por su condición de aforados se dedican a promover tácticas dilatorias con la intención de retrasar el momento de sentarse en el banquillo, o en su defecto, auspiciados en la ausencia de una legislación clara intentan situar los procedimientos en el limbo judicial.
Toda una función acorde a protagonistas de bajos instintos, que en su gran mayoría por una mal entendida presunción de inocencia, en una afrenta al electorado repetirán en las listas en su papel de candidato.
Por eso que ahora, conocido el percal, resulta obvio que tras treinta y cinco años de degradación democrática el país exija con urgencia la puesta en marcha de un proceso de regeneración política, que debe tener en los próximos comicios su punto de arranque y en tu voto el impulso necesario para el cambio.