El V Califa, el Cordobés; fue y sigue siendo un fenómeno que le dio la vuelta no sólo al mundo del toro, sino también a la sociedad de su época que por él, cambió la religión del fútbol, por los toros.

¡Casi nada!

Pero mucho más grande aún que el personaje taurino es su propia persona, y lo explico.

Ortega y Gasset dijo “yo soy yo, y mis circunstancias”, y ahí nos movemos la inmensa mayoría aceptando nuestro destino.

Pero D. Manuel Benítez Pérez dijo y demostró “yo soy yo, y mis circunstancias van a ser, las que yo diga”.

Así cambió él su propio destino porque como un gladiador se tiró a la arena, a vida o muerte. O todo, o nada.

Y afortunadamente, venció.

Eso sólo puede hacerlo alguien que como él, tiene un poder sobrenatural.

Sí, sí; lo tiene.

Es el poder que el toro ve y por eso huye de él.

Si cualquier persona normal hubiera intentando hacerle a un toro la décima parte de lo que él le ha hecho a muchos, el toro lo habría matado inmediatamente; pero a él sin embargo, no.

Es una lástima que los humanos no hayamos sabido verle ese poder, para aprovecharlo en beneficio de la sociedad.

¿Por qué no se lleva a Manuel Benítez Pérez a la Universidad, institutos y colegios; a enseñar la asignatura del toro de la vida?

Con toda seguridad, hoy tendríamos menos parados y sobre todo, con menos miedo a la vida.

¡Ahí lo dejo!

Rafael Bueno.

Córdoba.

Ya los fundamentalistas cordobeses, esos mismos que rajaron el cuadro en la exposición “Maculadas” de la Diputación; están poniendo el grito en el cielo ante la nueva imagen de San Rafael realizada por el pintor Juan Cantabrana.

¡Córdoba!

Sin embargo callaron cuando el actual consejero andaluz de sanidad Jesús Aguirre nombró en su día colegiado de honor del colegio médico cordobés, al Arcángel San Rafael.

¿Quiso decir con ello que ante la medicina andaluza, mejor que nos encomendemos a un Arcángel?

Porque fuera de Córdoba, la ciencia es precisamente lo contrario de las creencias.

Y también callaron los cordobeses ante el más peculiar aún Arcángel San Rafael de Fuengirola con el rostro de Sandokán, escultura inaugurada y bendecida en presencia del constructor-arcángel por el Cura-banquero Castillejo (fray langostino) y actuando como madrina, la alcaldesa “comunista” Rosa Aguilar.

Vamos, que la cartelera de El Padrino III es un sainete, al lado de esa foto.

¡Córdoba, o muerte!

Rafael Bueno.

Córdoba.