La Iglesia ha cesado al Cura de Telde que hizo los desafortunados comentarios sobre los asesinatos de las niñas de Tenerife, y a mí me parece muy bien.

Pero en honor a la verdad, lo que ha hecho este Cura no tiene ni punto de comparación con los muchos crímenes de pederastia clerical cometidos en el mundo entero, a los que sin embargo la Iglesia en su mayoría, nunca ha cesado a los verdugos sino que por contra los ha defendido, al mismo tiempo que ha atacado cruel e inhumanamente, a las víctimas.

¿Dónde está la igualdad de la Justicia?

¿Qué lectura tiene esto?

Pues muy fácil, que la Iglesia-Institución demuestra así ser pederasta, como todos sus seguidores que guardan un cobarde silencio cómplice.

¡Por sus obras los conoceréis!

Rafael Bueno.

Córdoba.