El Obispo Demetrio de Córdoba que vive de escandalizar en lugar de convencer, ha dicho ahora: “la liberación sexual, somete al hombre a una esclavitud ajena al verdadero amor”

Mire, Obispo; cada uno nace con la condición sexual que Dios le da y cada uno hace uso de ella honrada y libremente con amor, respetando a los demás y sin causar daño a nadie.

¿Ok?

La esclavitud y la locura está en la represión sexual que ustedes imponen sin cumplir con ella a pesar de vuestro voto de castidad, y que tiene como resultado una inmoral doble vida con todo tipo de perversiones, como el crimen de la pederastia.

¿Está claro?

Así que aplíquese el cuento, Obispo; y cuando limpie usted su casa, después sale a darnos lecciones; pero mientras, calladito está usted mucho mejor, por la cuenta que le tiene.

 

Rafael Bueno.

Córdoba.