Durante la primera parte del debate se hizo una pregunta acerca de si sería necesario un pacto similar a los pactos de la Moncloa para consensuar las medidas económicas necesarias para salir de la crisis que se avecina una vez contenida la epidemia.

Uno de los tertulianos rechazó de plano esa posibilidad achacando, sin ningún matiz, toda la culpa de la situación en que nos encontramos a Pedro Sánchez, culpándolo incluso de las muertes que está habiendo. La postura de este señor es un ejemplo de escuela de lo que es el sectarismo, el cainismo y el fanatismo, Esas opiniones sin matices, esas verdades absolutas que no reconocen el mas mínimo valor a sus «enemigos» son propias de personas fanatizadas y llenas de odio y, desde mi punto de vista, no deberían tener cabida en el programa. El derecho a la libertad de expresión no puede llegar hasta ese extremo en un medio público donde hay millones de personas viéndolo, eso que lo hable con sus amigos o en su casa. Eso es cruzar lineas rojas.

Entiendo que ese programa es un programa de debate y además un espectáculo, pero se deben poner límites a la hora de seleccionar a los tertulianos, pues no todo vale, Se debe exigir algo mas de preparación, tanto profesional como humana y algo menos de sectarismo y fanatismo. Señores ese no es un programa de fútbol, se deben dar opiniones mas argumentadas ,menos superficiales y sobre todo menos sectarias y es señor no reúne ninguna de esas condiciones.

El coronavirus ha impedido la celebración de la semana Santa.

Lo siento por las personas que la viven con una auténtica y verdadera Fe, que yo respeto.

Pero es que hay otros, cuales Don Guido de Machado y buena parte del Clero; que no sé cómo Cristo no baja de la cruz con el látigo, y les da su merecido.

Es una mezcla de religiosidad y paganismo, difícil de encajar.

La Biblia condena la idolatría.

Claro que a los mercaderes del Templo de la Jerarquía Eclesiástica, cuanto más oro, plata, esmeraldas, etc.; para ellos, mucho mejor.

Dame pan y dime tonto.

Yo creo que las semanas Santas, las Navidades, las Romerías y las fiestas populares más Santas, son las que no se celebran.

Es mi humilde opinión.

Rafael Bueno. Córdoba.