Unicamente deseo expresarte mi total desilusión con tu programa que un tiempo atrás me parecía un paradigma de periodismo crítico e inteligente.
Después de lo de Amancio Ortega, ha venido la tan esperada entrevista al Papa en la que La Sexta se ha limitado ha ofrecer un escenario de publicidad al Pontifice sin el más mínimo ápice de visión crítica, ya no de la Iglesia como institución anclada en otros momentos históricos sino, como esperábamos la mayoría, de su actitud frente a la situación actual en la que la pandemia está reclamando ayuda de todos y especialmente de todos los poderosos.
No pienso en la actitud medieval que seguía tomando la Iglesia hasta hace muy pocos años, organizando procesiones y actos de masas implorando perdón a Dios por lo pecados cometidos y rogándole nos librara del castigo que nos había impuesto en su infinita bondad.
Esperaba que le hubieras preguntado por la ayuda que nos iba a proporcionar, invirtiendo parte de sus enorme capital y poniendo a disposición del pueblo sus edificios, iglesias y personal, tal y como están haciendo otras instituciones y personas que no viven precisamente de su imagen de bondad y caridad. Entre los edificios que menos le costaría ceder están, por ejemplo, no puedo reprimir la ironía, los seminarios que, gracias a Dios, están prácticamente vacíos…
En lugar de eso, le ofreciste una tribuna para la propaganda más facilona…obviando totalmente su falta de solidaridad con una población que está sufriendo la mayor catástrofe de su historia global.
Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, no lo hubiera creído.

El coronavirus también ha demostrado el problema y la inutilidad de las autonomías que se constituyeron con la única finalidad de ampliar la casta política y sus privilegios, mientras que a los ciudadanos les multiplicaron la burocracia y le redujeron derechos.

Delegar la sanidad, ha sido un desastre.

El gasto se ha multiplicado enormemente, porque cada comunidad ha establecido su propio chiringuito sanitario de colocaciones, compras, obras, y otros mangoneos varios.

El ciudadano ya no puede enfermar fuera de su comunidad.

Y ahora hemos visto cómo Madrid para dictar alguna norma para luchar contra el coronavirus, ha tenido que perder un tiempo precioso, en consensuarlo con las autonomías.

¡Más de lo mismo!

Rafael Bueno.

Córdoba.

El Gobierno confirma sus medidas de hibernación de la economía y tranquiliza “su conciencia de coalición” en que ha hablado y consultado con los “agentes sociales”.

Últimamente, ese término se parece, cada vez más, a la “policía política”, que tanto condenaban, no hace mucho tiempo.

Parece ser que no es así, “agentes sociales” son los “Sindicatos”.

Aclarado esto, ya se van entendiendo mejor los términos utilizados en el ámbito político actual: Sindicatos, Agentes Sociales y Policía Política son CONCEPTOS SINÓNIMOS.

¿Quién se atreverá a condenar cualquiera de esos conceptos?

Protegidos por todo tipo de beneficios, laborales, fiscales y personales, son fáciles de venderse y ser comprados por los Gobiernos de turno.

Su apoyo a TODA MEDIDA tiene como contraprestación la no exigencia a renunciar a sus privilegios.

¿Qué porcentaje de sus famosos “liberados” se ha puesto a disposición de los AUTÉNTICOS AGENTES SOCIALES EN ESTA PANDEMIA?, mejor ¿Qué Sindicatos HAN EXIGIDO LA DISPONIBILIDAD DE TODOS LOS LIBERADOS?

Es normal que los de a pie o mejor dicho los “ENCLAUSTRADOS en HIBERNACIÓN” se pregunten:

¿QUIÉNES SON ESOS QUE EL GOBIERNO LLAMA AGENTES SOCIALES?…

Vale por hoy. Todo esto, ¡A LO MEJOR LO LEE ALGUIEN Y REACCIONA!