El Papa Francisco en su mensaje navideño, ha denunciado que las tinieblas dominan el mundo y los corazones de las personas.

¡Así es!

Y él lo sabe mejor que nadie, ya que vive con el serio temor de ser asesinado como Juan Pablo I, envenenado por el Arzobispo Marcinkus y otros Cardenales, según ha confesado en el libro titulado “cuando la bala golpea el hueso” el gánster norteamericano que ayudó a cometer el impune crimen.

Nadie en el Vaticano ha abierto la más mínima investigación a raíz de esta confesión pública.

Y si hablamos de las finanzas vaticanas, de la pederastia, o del lobby gay vaticano denunciado por Benedicto XVI; pues entonces ya, apaga y vámonos.

¡Señor, líbranos de tu Iglesia!

Rafael Bueno.

Córdoba.

Muchos se quejan de la falsedad e hipocresía, del consumismo, de las comidas empresariales y familiares “obligadas”·, etc.;  que rodean las fiestas navideñas.

E incluso desde un punto de vista confesional, hay quienes las consideran fariseísmo puro, ya que algunos se disfrazan un solo día de buenas personas caritativas, tolerantes y amantes del prójimo; para el resto del año……

Y yo pregunto: ¿Quién obliga a nadie? ¿Por qué no se mantienen al margen?

Aguantar a compañeros de trabajo en el trabajo, tiene su explicación; pero aguantar enemigos “amigos, compañeros  y familiares” a la fuerza, no tiene lógica ninguna.

Rafael Bueno.

Córdoba.

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