Llevamos tantos años de fraude electoral, como de partitocracia.

Porque la compra de votos, es un delito.

Estamos hartos y cansados de saber el resultado de muchas votaciones, mucho antes de que estas se celebren.

Lo que quiere decir que dichas votaciones están amañadas descaradamente, y que de una u otra forma se han comprado votos, por mucho que lo disfracen llamándole “negociaciones” o “pactos”.

¿Cómo ha conseguido Pedro Sánchez ser presidente?

Y como Pedro ahora, todos los habidos y por haber.

Pues bien, eso, aparte de ser un delito, es caciquismo puro y duro.

Por lo tanto, llamar a esto Democracia, es como llamar rojo ateo, a Franco.

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Pedro Sánchez ha tomado posesión de su cargo de presidente del gobierno español, sin símbolos religiosos presentes.

¡Por fin!

¡Ya era hora!

Enhorabuena a quienes corresponda.

¿Estará entrando Europa en nosotros?

Y que conste que yo respeto por igual a creyentes, videntes, tarotistas, adivinos, predicadores, brujos, etc.

A los que por supuesto no respeto, son a los timadores y a los que hacen lo contrario de lo que predican.

Una cosa es lo público, y otra muy diferente, lo privado.

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